UltraHumanos; México Corrupto [COMPLETA]

Capítulo 7 ¿Qué pasó?

El día 15 enero del 2094 a las 8:22 pm el Coronel Alejandro Esparza Ríos, jefe de la DIM, fue asesinado en su oficina, se sabe la fecha y hora exacta porque hay una grabación que lo demuestra, ¿el culpable?, aparentemente era soy yo.

Después de que me arrestaran tenía que pasar la noche en la celda, esperando que sea mi juicio.

Por su puesto tenía guardias para respaldar mi seguridad.

No dejaba de pensar en cómo me habían inculpado, no me malinterpreten alguien había asesinado Coronel, pero me preocupaba más el responsable había sido yo.

¿Un video donde salía yo?, eso no tiene sentido, el video estaba editado, pero no tenía pruebas.

Estuve toda la noche pensando cómo había pasado, siempre que pensaba cerraba mis ojos, en esta celda si cerraba los ojos podían matarme a sangre fría, no tenía mis pensamientos con claridad, maldita sea, estaba acorralado.

A la mañana siguiente me llevaron al tribunal, antes de entrar hable con mi abogado por primera vez, mi abogado era Pedro Rómulo, no era el mejor, pero era de los mejores y no solo eso, el conocía a mi padre. Pedro era alto y moreno, usaba lentes y tenía bigote.

—Entre Zephyr, tiene 20 minutos antes de que comience el juicio. — Me avisó el guardia yo entre a él un cuarto donde Pedro me esperaba.

—¿Qué tal la noche Agente? — Me preguntó mientras me da la mano, me sentía feliz de que sea mi abogado, supongo por ser conocido hará lo que sea por sacarme.

—Pues aquí no se puede dormir, pero que se le va a hacer. — Le respondí — Papá te dijo llamo en cuanto supo, ¿verdad? — Le dije mientras me senté.

—Ya sabes cómo es tu viejo, no tenemos mucho tiempo, cuéntame ¿qué paso? — Me dice se veía raro, como que si llegó a pensar que yo lo maté.

—No hice nada Pedro, estaba en la casa cuando todo pasó. — Le expliqué.

—¿Tienes algún testigo o alguna prueba de que estabas en tu casa? — Decía para después sacar una libreta para apuntar.

—Estaba hablando con mi mamá justo cuando llegaron a mi casa. — Le respondo.

—¿A qué hora fue eso? — Me pregunta.

—Como a las 9 más o menos, tengo entendido que lo atacaron como a las ocho, ¿no? — Le decía, no sabía nada, lo poco que sabía lo escuchaba de lo que los guardias hablaban.

—Pues sí, te dio tiempo suficiente para asesinarlo e irte a tu casa, necesitamos pruebas de que no fuiste. —

Me detuve a pensarlo un momento.

—¡Las cámaras!, en las cámaras debe salir donde salgo del edificio a las 7, a esa hora salgo y a esa hora me fui. —

—¡Bien!, tenemos algo. —Me responde, eso nos subió el ánimo a los dos.

—¿Cómo están las cosas afuera? — Le pregunté.

—Puff... ¿Qué te digo?, cuando salgas de esta tendrás que cuidarte bien o irte del país, la gente quiere verte muerto. —

—Yo no lo hice Pedro, tenemos que demostrarlo. —

—Pues sí, esperemos que nos vaya bien. —

De pronto pensé en mi celular, ahí estaba mi ubicación y hacia donde había ido.

—Pedro mi celular tiene la ubicación donde estuve. — Le dije y me emocionaba.

—¡Es cierto! Zephyr eres un genio.