1.《Strawberry》

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La lluvia caía muy fuerte, era un día frío sin nada de sol, SooJin una joven de dieciseis años se dirigía a su instituto educativo, era su primer día de clases y dios, que pesadez sentía, no solo porque las gordas gotas que provenían del cielo parecían rocas golpeando su paraguas, sino que también tenía que estar allí dentro una cantidad de diez horas, parecía como si materias salieran de bajo de la tierra y la precionaran cada vez más.

A pesar de que su interes era mínimo aunque era considerada una de las mejores estudiantes, SooJin es la típica persona que poco le importa todo pero es bueno en la gran mayoría de esas cosas que no le gustan, el ingles es su mayor ejemplo, ella odia el idioma pero siempre fue la mejor alumna en esa materia.

Antes de ir clases pasaría por la tienda, entró allí y miró enamorada un montón de alimentos, sabía que necesitaba alguna que otra merienda para el receso, pero también es cierto que la joven ama comer por lo que se llevó mucha comida, sumando a que quería hacer tiempo, para tener menos horas de clases, sería regañada luego obviamente pero la verdad no le importaba en lo más mínimo.

De repente, mientras pensaba muchas cosas vió como una chica más bajita que ella y de cabello negro con ojos muy bonitos trataba de alcanzar algo, se detuvo unos minutos a observarla no solo se pensó en si ayudarla o no sino que también le parecía tierna y su perfil era muy llamativo, era adictivo el mirarlo, entonces después de unos nueve segundos observandola se acercó...

-Disculpa, ¿quieres ese tarro con fresas?- dijo mientras miraba a la chica y señalaba con su dedo hacía arriba. Entonces la chica la observo con cara confusa y alzó la vista para después acentir con la cabeza.
-Bueno, pues, aquí tienes- la más bajita sonrió e hizo una mini reverencia mientras tomaba la mano de SooJin en un gesto de agradecimiento para después alejarse.

Cabe aclarar que SooJin no es alguien interesado en socializar, pero si puede no duda en ayudar, conclusión no es que se excluya del mundo, solo que prefiere estar sola y contarse así misma para después reflexionar sus propias anectodas, y ¿para que explico esto? Para simplemente decir que fue la primera vez que le dio tanta curiosidad alguien ajeno, no por el amor a primera vista o esas cosas típicas, solo que el comportamiento de aquella pelinegra le pareció raro.

Pagó las cosas en la caja para después salir. Ya afuera caminó unos pasos y buscó el paraguas entre sus bolsas, para darse que cuenta que se lo había olvidado adentro, se volteó y se frenó bruscamente, la joven de las frutillas estaba allí con su paraguas abierto, ambas se miraron unos segundos fijamente, hasta que SooJin se sintió un poco incómoda porque pensó que toda la situación parecía el típico encuentro amoroso cliché de los protagonistas de un drama o un animé, y si, la palabra "amoroso" lo puso incómodo, aunque ni idea que estara pensando la joven más bajita.

-Oh.., gracias..- dijo SooJin levantando lentamente su mano, la otra joven estiró su mano y le entregó su paraguas mientras sonreía, después miró hacia abajo entre sus bolsas para sacar el suyo, clavó su vista momentaneamente en la de SooJin y le hizo gesto de "adios" con su mano, por lo que enseguida SooJin correspondió el saludo.

Ambas caminaron hacía lados distintos, y SooJin se quedo extrañada, aquella joven no hablaba, "quiza es muy tímida" pensó "o tal vez de pocas palabras, ¿será muda?" Suspiró mientras cerraba sus ojos momentaneamente "dios, SooJin pareces un niño pequeño autohaciendote miles de preguntas".

Una vez dentro del instituto, caminó hasta sus casilleros y guardo sus cosas, cambiandose las zapatillas entre otras cosas, pero, para cuándo se giró para encaminarse hacía su salón (que por cierto ya llegaba una hora y un poco más atrasada), ¿adivinen quién estaba allí? Así es... una de las profesoras que manejaba el consejo de profesores, como si fuese la presidenta pero en la parte de profesores, si esperaban a la bajita, pues no, ella no era.

-Seo.Soo.Jin- dijo la profesora Son- llegas tarde el primer día de clases, dime niña ¿cuándo te quitaras esa costumbre?-

SooJin la miró- No lo se profesora Son, es algo común para mi y las cosas cotidianas no se le quitan con facilidad a las personas- pareció irónico y burlón, pero no, SooJin estaba siendo sincera, por más que no lo pareciese ella no se burlaba de los mayores, no le parecía correcto faltarles el respeto, pero hay que aceptar que es una joven muy directa, y suele decir con facilidad y sin miedo las cosas que piensa.

La profesora suspiró- bien ve a clases, pero te advierto que tendras que quedarte dos horas más para la limpieza de los salones, eso es como resultado de castigo- dijo.

-bien, no tengo problema, me quedaré- hizo una pequeña reverencia- con permiso señora profesora, que tenga buen día-

-Igual para ti SooJin, por favor trata de no llegar tan tarde las próximas veces- la señora Son parecía ya haberse acostumbrado a aquello, ya ni podía sonar estresada aunque lo estuviera, SooJin era una joven buena, con capacidad para un futuro prominente y lleno de logros, pero era extremadamente despreocupada y esa característica preocupaba a sus seres cercanos y a quienes estaban a cargo de ella dentro de la institución.

Al entrar a la clase se llevó su regaño, pero al igual que hace un rato y que siempre no sufría de nervios al ser regañada, también vió compañeros nuevos que al parecer ya se habían presentado antes de que ella llegara.
Se sentó, acomodo sus cosas y se puso a escribir en su cuadernola, haciendo varios garabatos y dibujos entré los apuntes. Llegó la hora del receso y alguien le tocó el hombro, un chico.

-Hola, disculpa la molestia pero ¿tu eres Seo SooJin?- dijo extramadamente curioso.

Cuándo la chica se volteó y lo miró en seguida se dio cuenta de quien era.
-¡¿TaeYong?!-

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