11. 《leave the fears》

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Los consejos que sus amigos les habían dejado, eran que hablara con su padre, que enfrentará la situación y que tratará de convencerlo, después de todo, su madre no había sido alguien mala como para no mencionarla, al contrario, dejo una linda presencia en su hogar.

Estaba en su cama escuchando música mientras hablaba con ShuHua, la chica le contó que el día anterior había jugado con su hermana a la consola y se la pasaron muy bien.

Por su parte SooJin le contó que se distrajo dibujando (ella es muy buena en eso por cierto) pero que no había podido decirle nada a su padre, quizá aún no estaba lista.

Leyendo los mensajes enviados por su amiga, le dio un poco de nervios cuando dijo lo escrito en voz alta.

-¿Me envías una foto del dibujo?...- se sonrojo, ¿como le diría que la había dibujado a ella?, es decir es su amiga y no tiene nada de malo, aún así le daba vergüenza y como respuesta le mencionó que aún no estaba terminado.

La contraria envió una carita triste, y siguió hablando.
Comentó sobre YooRim, la chica dé quedaría en su casa unos días. SooJin enseguida saltó de su cama y le preguntó si podía ir a su casa, que tenía un regalo para ella, ShuHua aceptó, ahora había un problema, ¿Que le daría?.

Tras un rato de buscar en su casa, encontró un osito que le trajo recuerdos, ya que al mismo lo había comprado con su madre, ese era muy especial para ella así como ShuHua también lo era.
Así que si, ese sería su regalo...

Se vistió rápido y se miró en el espejo que tenía en su cuarto.

-¿Y este acto de celos SooJin?, ah!, maldición- tras chistar y hablarse así misma terminó de acomodarse y bajó las escaleras para salir de la casa cruzandose con su padre.

-Yo... saldré, iré con Shu...- dejó de hablar y negó con la cabeza, pero antes de salir su padre emitió sonido.

-Cuando vuelvas... estaré aquí, quisiera hablar contigo sobre...- SooJin interrumpió.

-Si, lo que digas...- cerró la puerta tras ella y suspiro con fuerza.
Tenía miedo de lo que su padre fuera a decir.

Se liberó de los malos pensamientos y llegó a la casa de su vecina, tocando el timbre...

-Oh!, Hola SooJin, ¿como estás?- la joven Seo tenía en frente a YooRim y eso le molestó un poco.

-Bien... me enteré que te echaron de tu casa, lamentó esa noticia- a pesar de hablar seco, había sinceridad en su palabras.

-Si...- puso una mirada triste- vamos pasa, no te quedes ahí- cuando la contraria entró cerró la puerta y le preguntó- puedo sonar muy entrometida, pero dime... ¿Te gusta Shu?- al oír esto SooJin quedó paralizada, no sabía que responder.

-Verás... yo...- Yoo le tocó el hombro y la animó.

-Oye, a mi también me gustan las chicas, así que si eso es cierto no hay problema- SooJin la miró sorprendida, después de todo la chica no era tan mala, pero ella por celos se limitó a conocerla y sólo a odiarla.

-Entiendo, pero no... yo... no me gusta ShuHua-

-Ya veo...- YooRim se sintió rara en ese momento, quizá le dio un poco de tristeza después de saber que a la pelinegra si le gustaba SooJin, pero su amor no sería correspondido.

La pelirroja subió las escaleras y tocó la puerta del cuarto de ShuHua, la más bajita la vió y la abrazó.
Siempre lo hacía cuando tenía la oportunidad.

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