Unexma - Alma sin alma

Unexma - Alma sin Alma /Cap. 11

Unexma - Alma sin alma ©

CAPÍTULO 11

Así pasó el tiempo, Unexma no ha vuelto a aparecer, y se siente una tranquilidad enorme; además, pronto voy a cumplir veinte años y ¡quiero celebrarlo como Dios manda! Estoy contenta; porque pasé el segundo año de Universidad, de la mejor carrera del mundo; Teatro. -Y me ha ido bastante bien. ¡Amo esta hermosa profesión!, pero lo que me tiene más feliz, es que mi mejor amiga, Antonella; estudia la misma carrera, y vamos en el mismo curso. además, que ahora estoy de novia con un chico guapo, llamado Bastián. Nos llevamos de maravilla ¡qué feliz soy!

(Antonella) -Me alegro de estudiar la misma profesión, con mi gran amiga Brenda. Amo el teatro, sobre todo las tablas; mucho más que la televisión o el cine. En realidad no me gustaría ser famosa. A diferencia de Brenda; que le atrae el mundo del cine y la televisión. Me encanta ver a mi amiga feliz, sobre todo ahora, que está de novia. En cambio yo, nada de nada, pero no importa, prefiero estudiar bastante y sacar mi carrera adelante.
Mi vida ha estado muy tranquila desde que Unexma desapareció. No me ha molestado y eso me tiene muy feliz. Además, pasé el segundo año de teatro con muy buenas notas; y pronto se vienen las vacaciones. Bueno, a pesar de que no tengo novio; debo decir humildemente, que pretendientes no me han faltado. Pero no me ha interesado salir con ninguno. Uno de esos pretendientes es Marcos. Es un chico muy guapo, que estudia Teatro en tercer año y que es muy popular entre las chicas de la Universidad. Con Brenda, lo conocimos cuando entramos a la Universidad; ya que fue él, quien nos dio la bienvenida mechona (un ritual de bienvenida, a los que entran por primera vez a la Universidad). Pues bien, además de todo eso, pienso que Marcos, es el típico galán que se hace el lindo con todas las chicas de la Universidad, así que soy una de las pocas que no lo toma muy en serio, ni le cree sus trucos de conquista.

Un día Marcos se me acercó:

-¡Hola guapa!, ¿cómo estás?

-¡Hola Marcos, estoy bien! -respondí secamente.

-Parece que estás enojada, Antonella.

-La verdad, no estoy enojada, pero ya me tengo que ir -dije.

-No quise molestarte. Yo, lo único que quería, era invitarte a salir -me dijo.

La verdad, me quedé muda con esa invitación. No me lo esperaba.
Conociendo a este chico, que es tan popular en la Universidad, no sé si será bueno aceptar, pero algo me dice en mi interior que acepte. Después de unos segundos en silencio, por fin hablé:

-Mira Marcos, no lo sé.
-Creo que tienes bastantes mujeres para que elijas, y puedes invitar a cualquiera. Y ten por seguro, que todas aceptarán.

-Me halagas con lo que me dices, y tienes razón; pero tú, me llamas la atención, y me gustaría salir contigo para conocerte mejor. Mañana ya salimos de vacaciones y podríamos salir a divertirnos un rato. ¿Qué te parece?

-Mira Marcos, es un halago que me quieras invitar a salir. Pero no me gusta salir con tipos tan egocéntricos como tú.
-Eres el típico chico, que le cuenta a los amigos; que salió con la chica que quería y pasó de todo.
-Y eso no va a pasar nunca conmigo -dije.

-¡Vaya!, eres bastante directa para decir las cosas. -Eso me gusta, y hace que me interese más en ti.
-Y no voy a aceptar un ¡no! por respuesta; y te insistiré todo el día hasta que aceptes mi invitación
-¡Ah! y te aseguro que no le he hablado a mis amigos de ti. Y no digas la palabra "nunca", porque se devuelve, y lo haces igual -dijo, y se fue.

No pude decir nada, y era verdad su amenaza, porque insistió todo el día para que saliera con él. Hizo de todo, para yo dijera que sí. Al final accedí de puro aburrida que ya me tenía por tanta insistencia. No le voy a contar todavía a mi amiga Brenda, sobre esta cita, porque sé que no le va a gustar, pero bueno, lo hecho, hecho está. Además no debí decir la palabra "nunca", pues se me devolvió como me lo dijo, y acepté igual.

Como a las nueve de la noche, Marcos me pasó a buscar en su auto.
Mis padres saben de esta cita; a mi mamá le dio gusto, pero mi papá se puso algo serio, y al final lo tomó a bien.
Tengo que confesar que lo estoy pasando increíble con Marcos, estamos en un Pub karaoke; le dio por cantar una canción del grupo Los Prisioneros que se llama "Amiga mía" y me la dedicó.
Al contrario de lo que yo pensaba, Marcos es muy divertido, me hizo reír bastante. Se tomó una cerveza y yo un trago de primavera sin alcohol.
Ya como a las 1 de la madrugada le dije que ya me quería ir a casa y me dijo que no había problema. Pagó la cuenta y salimos del lugar, nos subimos al auto y me fue a dejar a la casa. Estacionó el auto a dos cuadras de mi casa y me dijo:

-Antonella, lo he pasado muy bien contigo.

-Yo también. Me hiciste reír bastante.

-Gracias por aceptar mi invitación y espero que se repita de nuevo.

-Mira, no sé si se vuelva a repetir, pues me voy de viaje con mis padres -le informé.

-Entonces, cuando llegues de tu viaje, saldremos de nuevo. Pero antes de que te vayas, me gustaría algo -dijo.

De pronto se me acercó y me besó en los labios, se alejó un poco después de besarme y yo sólo lo miré un poco consternada. No me esperaba algo así. Luego me volvió a besar y no sé porque me dejé llevar y también empecé a besarlo de a poco, y estaba así, disfrutando de ese rico beso cuando de pronto, abro mis ojos y veo a Unexma fuera del auto, en la ventanilla donde estaba Marcos, y me sonreía diabólicamente. Los ojos de Unexma, me paralizaron y me quedé en blanco...

Autora: Lorena Castro Castro.
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