Jazzy lloraba desesperadamente, ___ estaba entre la vida y la muerte, todo el mundo sentía pena por mí y por si eso era poco Lisa no dejaba de llamarme al móvil. La poca paciencia que tenia se estaba acabando, todo esto era demasiado para mí. Llevaba horas sin dormir y el cansancio ya hacía estragos en mi y en mi mal humor. Isa me quito a Jazzy de mis manos y en unos segundos ya estaba callada.
-¿Familiares de la señorita ____? - el doctor apareció frente a nosotros
-Nosotros - dijimos al unisonó los tres
-La señorita ha despertado, sufrió una para cardiaco, no les voy a mentir, casi la perdemos. Su cuerpo está muy débil, pero por suerte no tiene nada grave, ni lesiones internas, ni problemas respiratorios, nada. Nada que no se pueda recuperar con un poco de reposo y mucho cariño. Toda la presión de mi cuerpo pareció desaparecer, mis hombros se relajaron, mi falta de sueño pareció desaparecer junto con mi mal humor. Cerré los ojos y calme mi respiración, mi princesa, mi princesa está bien.
-Una pregunta - dijo el doctor -¿Quién es Justin?
-Yo - conteste nervioso acercándome a él - ¿Por?
-La señorita quiere verte, en teoría no se puede, pero no deja de repetir tu nombre eh insiste en verte. Camine detrás del doctor hasta que paramos en frente de la puerta de mi chica. Abrió la puerta y detrás de ella pude verla, tumbada en su cama, su rostro era pálido, sus ojos oscuros recorrían nerviosos toda la habitación. Sus ojos se llenaron de lágrimas al verme, mordió su labio evitando soltar un sollozo.
-Jus...
Su voz sonaba tan débil, tan frágil. Me acerque a mi princesita, a diferencia que ella, yo ya lloraba desde hace rato. Con mi pulgar retire las lágrimas que caían lentamente por sus mejillas.
-Mi princesita
-Jus te quiero
-Y yo mi vida, descansa. Tienes que ponerte buena para poder ver a Jazzy.
Sus ojos se iluminaron con un brillo especial, mordió su labio esta vez mas fuerte evitando estallar en lágrimas. J.oder como la había echado de menos...
-Nena, no te muerdas el labio, te aras daño...
-Es que no quiero llorar - me recordó a una niña pequeña evitando no llorar
-Pero cariño no pasa nada por llorar, mírame yo estoy llorando
-Si pero te pones feito
-Tu y yo debemos discutir este tema más tarde, ahora descansa - di un corto beso en sus labios y acaricie su mejilla.
-Quédate conmigo... - mire al doctor y este solo asintió.
-Está bien princesa
-¿Me das un besito? - me dijo tierna
-¿Uno solo? - dije haciéndome el ofendido
-No, muchos, mucho, muchos
-Está bien muchos - dije mientras los dos estallábamos en carcajadas
-¿Sabes? Cuando estaba en cóma podía oír vuestras conversaciones... ¿Te gusto la carta? Aunque estoy un poco enfadada tenias que leerla en caso de que muriera - dijo cruzándose de brazos haciéndose la ofendida.
-Bueno, bueno... Duérmete que si no los médicos me echaran... - dije cambiando de tema
-Si, si, tu cambia de tema...Ya discutiremos esto más tarde.
Y callo rendida por el sueño. Esta loca princesa consiguió por unos días hacerme envejecer unos años. Por un momento creí que la perdía. Ahora que la tenía a mi lado la iba a proteger con mi vida. Por fin tenía a mi princesa...
