-Parece que te gusta llevarle la contraria al mundo, ¿no?
-Vaya, ¿Tus padres te han dejado salir? – dije sarcástica
-¡Basta! – elevo más, mucho más su tono de voz y se coloque frente a mi
-No eres mi padre – dije alzando mi barbilla
-Deja ya todo esa ****, creo que tenemos la edad suficiente para comportarnos como tal
-Pues haber cuando te lo aplicas cariño. Estoy harta. Escúchame. ¡Harta! Estoy cansada de que no sepas coger las riendas de tu vida, de que siempre hagas lo que los demás quieren. Sabes Justin aquí – señala mi corazón - tengo sentimientos, no soy de piedra. Me duele Justin, me duele reconocer que esto se nos esta yendo de las manos. ¿Este es el futuro que vamos a darle a Jazzy?
-No metas a la niña en esto – dijo apretando su mandíbula con furia – esto es algo entre tú y yo
-No siento decirte Justin que es algo solamente tuyo, yo no puedo hacer nada si tu no haces algo…
-¿Y tú? ¿Me amas no? Entonces explícame que haces con ese tío, que hace ese con mis hijos, cuando no hace ni un día que estamos separados. ¿Eso va a ser siempre? ¿No podremos discutir nunca porque tú te tiraras a los brazos de otro?.
Eso me dolió, sabía que estaba pensando que a la mínima yo me iría y con otro, sabía que lo dolía ver a sus hijos con otro hombre haciendo su papel de padre. Pero más me dolía a mi no saber lo que yo significaba para él.
-No es como tú crees…
-¿Y qué tengo que creer eh?
-No intentes confundirme, tu eres el que la ha *****
-¿Sabes por qué no te defendí? – se sentó en el borde de la cama – Nunca me ha importado lo que me decían o ordenaban mis padres, nunca, siempre viví como yo quise desde niño. Yo pongo siempre de mi parte para tener relación con mis padres, pero ellos no cambian, siguen queriendo controlar mi vida y amargándome. Yo solo los ignoraba, mientras me mordía la lengua para no ponerme histérico. Tú eres mi vida, sin ti me siento vacio. No soy nada. J.oder sabes que te amo. Por ti daría hasta lo que no tengo, eres mi princesita –dijo con una sonrisa triste. - ¿De qué me hubiera servido enfrentarme con mis padres para decirles que tu eres la mejor persona del mundo si no me importa lo que ellos opinen de ti? Solo me importa lo que yo opino de ti, lo que sé, lo que siento. A mí los demás no me importan. Esto es entre tú y yo. – Se levanto de la cama – Te avise antes de salir, pero al parecer no confías en mi lo suficiente…
Nuestras miradas se cruzaron. Nos mirábamos sin decirnos nada. ¿Cómo se suponía que debía actuar? ¿Tirarme a sus brazos o dejarlo? Sus ojos empezaron a brillar como queriendo derramar alguna lagrimilla, y rápidamente aparto sus ojos de los míos. Estaba tan pérdida y confundida en mis pensamientos que ni siquiera me di cuenta cuando Justin se acerco a mí. Me alzo y me cargo sobre su hombro, me tiro sobre la cama y se acerco hasta mis pies. Arrebato los tacones de mis pies.
-El medico te los prohibió – los tiro lejos en algún lugar de la habitación
-No puedo enfadarme contigo si me tratas así, tenemos que seguir hablando – se subió sobre mi sin dejar su peso
-A veces pienso que hablas mucho – dijo mirándome divertido, beso mis labios, rodé sobre la cama hasta quedar sobre de el
-Por esto – le bese – no quiere decir – le bese – que estés perdonado – otra vez le bese – simplemente te necesito más que nunca…
