05

2K 177 121
                                    

Mateo

El pasa a verla a las seis, como acordaron ayer

Se desespera porque el miedo ronda otra vez

• •

—Te aseguro que Gilda puede ser un poco más superior que Rodrigo, eh.— argumentó ella buscando información de ambos por su celular.

—Nadie supera al Rodri, Emi.— negué jugando con la lapicera en la mesa.— Yo pensé que no tenías una mínima idea de lo que es cumbia argentina.

—Ah, ¿y por qué no tendría idea?— rió por lo bajo mirándome a los ojos.

—No me gusta etiquetar a la gente, pero de lejos tenés una pinta de cheta que escucha Bad Bunny y Anuel.— acoté y ella rodó los ojos aguantandose la risa.— Y que de cumbia solo sabe Marama.

—Escucho de ellos pero no a tal punto de ser fanática.— admitió continuando con el celular.— Y si, escucho cumbia argentina.

—No sé si creerte.— dudé.

—Perdoname, me olvidé que vos por ser wachiturro te la sabés toda.— mordió su labio inferior y yo reí.— ¿Y vos qué escuchás? ¿Karina la princesita?

—Damas gratis.— informé y ella alzó las cejas.— Ni idea de quienes son, ¿no?

—Los escucho con mi hermano, les lloramos pija a Pablito Lescano.— insistió pasandome su celular.— Tomá, copiá lo que dice ahí.

—¿Vamos a hablar de Rodrigo al final?

—Si vos sos su fan, ¿por qué no?— elevó los hombros y yo sonreí a medias leyendo un poco lo que había encontrado.— Hace mucho no hablamos, turro. Te olvidaste de mí a principios de año.

—¿Yo olvidarme de vos?— interrogue de nuevo y ella asintió.— Vos te pusiste del anillo en Marzo y después ni bola me diste, lora. Ni sé quién fue tu wacho.

—Todos se sorprenden cuando digo que fue Martín.— dijo, cosa que me hizo reír.— No te rías, che.

—No puedo creer que todas las chetas se vayan con el tincho de Martín...

—¿Y con quién querés que nos vayamos? ¿Con vos?— consultó reprimiendo una sonrisa.— ¿O con tus amigos?

—Nadie decide con cuál persona te tenés que enganchar.— admití mirándola.

—¿Y por eso te enganchaste con Paloma?— continuó, yo suspiré.— Joda, no te enojes.

—¿Y por eso te enganchaste con Martín?— contraataqué haciéndola reír.— Joda, no te enojes.— imité su voz.

—Sos tarado, flaco.— negó con la cabeza.— ¿Te puedo confesar algo ahora que entramos en confianza de vuelta?

—Confesá tranqui.

—Yo te re entraba cuando estabas con Florencia.— confesó después de unos segundos, por dentro sentí como un cosquilleo en el estómago, no sabía cómo explicarlo.— Pero después me di cuenta que somos como pasa de uva y empanada cuando te pusiste de novio con Paloma.

—¿Te cae mal Paloma?— interrogue mirándola a los ojos.

—Muy creída.— aseguró y yo alcé ambas cejas.— Y muy mentirosa.

—¿Se pelearon?— frunci el ceño y ella negó, no la vi tan convencida.— Contá el chisme.

—Se chamuyaba a Martín cuando yo estaba con él, y ahora se la pasa pidiéndome perdón.— comenzó apoyando su cabeza sobre su mano.— La perdoné como una pelotuda y le conté lo que me pasó con vos, fue y te comió.— finalizó y yo abrí los ojos de par en par.— ¿En serio pensaste que era la milipili santa del curso?

shades; trueno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora