𝐂𝐚𝐫𝐭𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐮𝐧𝐚 𝐑𝐮𝐛𝐢𝐚 {𝓒𝓱𝓪𝓮𝓼𝓸𝓸}

¿Enamorada?

Estaba en lo cierto, Jin llego hambriento de trabajar.

Me pregunto qué tal la universidad y le conté sobre qué ahi vi a la rubia, que ella fue la que me trajo y que vive enfrente de nosotros, mientras decía esto el solo me observaba con los ojos abiertos.

¿Y es linda?.- Dijo mientras comía un poco de Pasta.-

Muy.... Deberías verla!.- Dije mientras jugaba con mi comida.... lo único que pasaba por mi cabeza era la sonrisa de esa hermosa rubia.-

¿Estás enamorada?.- Dijo Jin mientras tomaba un poco de refresco.-

¿Enamorada? Vamos Jin.- ¿yo? ¿Enamorarme? Vamos, no tengo tiempo.- Una cosa es que me pareciera linda, otra que me gustara.

Pues, ese brillo y esa sonrisa me dicen otras cosas.- Okey, mi hermano esta loco.-

Simplemente negué con la cabeza.

Yo? Enamorarme? Eso era imposible, no la conocía, bien no podía sacármela de la mente pero, eso no significaba que me gustara.

Terminamos de almorzar y Jin volvió a su trabajo, yo por otro lado hice mis deberes lo más rápido que pude para dirigirme al trabajo.

Al salir de mi casa me topé con la escena más tierna que sus ojos van a ver, así que prepárense;

Rose estaba frente a su casa, Justo en su jardín con una camiseta de tirantes amarilla, unos shorts azules y su cabello desordenado, jugando tiernamente con un pequeño cachorro.

Estaba acostada mientras el perrito corría en círculos, hasta que paro en su pecho y empezó a lamerle la cara, mientras la rubia solo reía y lo acariciaba.

A este punto yo ya estaba muriendo de ternura en todos los idiomas posibles.

Cuando menos lo espere, la rubia me vio, sentándose con el cabello ahora más desordenado y algo de césped en su ropa, como una niña pequeña cuando la descubren haciendo una travesura, me acerque y vi que estaba sonrojada.

Que linda Por favor!!!

¿Cómo se llama?.- Dije mientras señalaba al pequeño cachorro que estaba sentado en sus piernas.-

Se llama Dalgom.- dijo mientras lo levantaba y me lo daba, era un cachorrito muy hermoso la verdad, era blanco y suave.-

Que lindo, hola amiguito.- Dije mientras lo levantaba y el pequeño me daba besos... bueno, me lamia la cara pero para mi eso eran besos.-

creo que le agradas.- dijo la rubia parándose mientras se sacudía la ropa.- ¿ibas a salir?

Oh si.- Olvidaba que iba al trabajo, eso Jisoo.- Voy al trabajo.- dije mientras le daba al pequeño dalgom.-

Ven, te llevo.- Dijo mientras dejaba al pequeño cachorro en el suelo.- Digo, si no te molesta.-

Porque.... eres.... tan..... linda!!!!!

Obviamente acepte, fue por sus llaves y nos subimos a su auto.

Llegando a mi trabajo le agradecí por el aventón, me pregunto a qué hora salía ¿para que? Pues no lo sé, igual se la di.

Por alguna razón estaba más feliz que de costumbre, aunque entraban clientes que podían quitarme la paciencia, ese día atendí a todos con una sonrisa.