Segundas Oportunidades

Capitulo 10

En primero lugar, gracias a todos sus comentarios!

CAPITULO  EDITADO: 18 DE SEPTIEMBRE 2020

NUEVA EDICION: SEPTIEMBRE 2024~

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CAPÍTULO DIEZ

El líder de secta Nie era un hombre justo, habían dicho, y ellos habían tenido razón.

Así que Meng Yao simplemente se había asegurado de estar en el momento y lugar adecuado, y el líder de secta Nie se había encargado de todo lo demás.

Él no pudo evitar sonreír, su plan para llamar su atención había salido perfecto, porque los hombres, tal y como él había esperado, no aguantaron ni un solo segundo para comenzar a hablar sobre él, y sobre su madre.

Y mientras los escuchaba referirse con palabras vulgares a la maravillosa mujer que lo había criado, a solo pocos pasos detrás del líder de secta Nie, él se prometió a si mismo que los haría pagar.

Mataría a todos y cada uno de ellos.

Pero por ahora solo miraría con satisfacción como el líder de secta Nie, una de las cinco grandes sectas de cultivo, lo defendía como si fuese importante, como si lo mereciera.

Ahora solo faltaba que su padre se diese cuenta de su importancia.

***

Todo había estado bien por mucho, mucho tiempo.

Meng Yao estaba en un lugar privilegiado dentro de la secta, un asesor cercano al líder Nie Mingjue, un confidente en cuanto al manejo de la secta.

Él debió darse cuenta de que todo estaba saliendo demasiado bien para durar.

Por meses, se había ganado su lugar, trabajando hasta altas horas de la noche y al día siguiente comenzando sus tareas al amanecer, con una sonrisa tranquila siempre presente en su rostro, siempre dispuesto a ofrecer su ayuda al líder de secta, incluso dispuesto a ofrecer una sonrisa ante los desplantes de otros.

Ante los insultos de otros.

Así que su lugar había sido ganado con esfuerzo y mucho arduo trabajo, pero de un día para otro, mucho después de conocerse por primera vez, y de hecho, mucho después de ganar un puesto a su lado, aquel esfuerzo ya no parecía suficiente.

***

Nie Mingjue miró al frente, sus ojos clavados en el joven que se mantenía erguido y esperando pacientemente a que se le explicase la razón de su llamado.

Pero él no habló, y su mirada siguió recorriendo al otro, analizándolo, buscando, aunque sea solo una señal, solo una pequeña, de que aquél joven frente a él no era el mismo que lo había mirado con una sonrisa mientras lo guiaba a la muerte.

Ah, ahí.

Sus manos, aun mientras su rostro se mantenía estoico, temblaban ligeramente, nervioso e inseguro. La única señal de que la persona frente a él aún no se había convertido en el asesino que sabía, tenía el potencial de ser.

Pero ¿qué debería hacer?

Hace casi una semana, sus recuerdos habían vuelto abruptamente, sorprendiéndolo a él y a su hermano, dejándolos inestables, su atención enfocada únicamente en su hermano pequeño por los días que siguieron.

Hasta que Huaisang había partido a Receso de las nubes, y luego, él estuvo solo nuevamente.

Solo junto a sus pensamientos para atormentarlo, y repentinamente recordando que allí, en su propio hogar, rondaba un peligro inminente.