Capítulo 8

6.1K 926 330
                                    

EDITADO Y VUELTO A PUBLICAR EN SEPTIEMBRE 2024.


+++

CAPÍTULO OCHO.


Se habían separado.

Sin siquiera notarlo, ellos habían tomado caminos separados.

Lan Wangji corría con una sola dirección en mente, la experiencia que había vivido hace solo unas horas se alejaba rápidamente de su mente. Él bien podría reflexionar sobre eso más tarde, y tal vez podría tener una crisis o dos.

Por ahora se enfocaría en encontrar su espada, así que siguió corriendo.

Wei Wuxian, desafortunadamente, corría sin una dirección en mente, su respiración acelerada mientras sus pensamientos corrían sin control.

Porque aún mientras quisiera enfocarse en el aquí y ahora, su mente se dirigía constantemente hacia una sola persona. Su mente rememoraba aquel rostro sonrojado, aquellos leves y bajos sonidos de satisfacción.

El estremecimiento de aquel cuerpo contra una de sus manos y el aliento cálido contra la otra. Repentinamente, notando que aun mientras él le había dado placer a Lan Wangji, sus labios ni siquiera se habían tocado.

Ellos no habían tenido la oportunidad de besarse, así que mientras sus pensamientos seguían llenándose de Lan Wangji aun cuando no debería, él decidió que quería más. Así que siguió corriendo, porque antes de siquiera poder hablar con Lan Wangji y aclarar algunas cosas, primero debería salir del problema que lo seguía.

Y definitivamente era seguido, notó con repentina alarma, porque podía oír fácilmente a un par de cadáveres feroces siguiendo sus pasos.

***

Lan Xichen había querido llegar rápidamente donde su hermano, él realmente quería evitar que aquellos dos se toparán con los cadáveres feroces. Lan Xichen había visto lo que el resentimiento, influenciado por el destino, podía hacerle a un cultivador.

Lo que podía hacerle a su cuñado.

Así que sí, él quería llegar rápidamente donde su hermano, y definitivamente, llevarlos a ambos muy, muy lejos de Receso de las nubes. Al menos en lo que demoraban en derrotar a aquellos cadáveres feroces.

Él quería llegar donde su hermano, pero no podría hacerlo pronto.

—¡Tío!

Lan Qiren caminaba con el ceño fruncido, visiblemente molesto, seguramente preguntándose la razón de tanto alboroto en su tranquilo Receso de las nubes.

—¿Xichen? —pregunto casi con asombro, sus ojos abiertos clavados en el joven que corría hacia él. Sorprendido de verlo poco presentable—. ¿Qué sucede?

—Los cadáveres feroces escaparon —exclamó llegando a su lado—. Wangji estaba en las fuentes de primavera frías, meditando, me temo que estaba sin su espada.

—¿Sabes dónde se encuentra tu hermano ahora? —preguntó, repentinamente preguntándose porque su sobrino estaba tan desesperado y descompuesto. Solo se trataba de unos cuántos cadáveres feroces, ¿no?

—No, pero doncella Jiang y joven maestro Jin junto con algunos discípulos Lan fueron a buscarlo a él y al joven maestro Wei.

Lan Xichen realmente esperaba que alguien lograse llegar a ellos.

Ni siquiera quería imaginar que podría pasarles si tuviesen que defenderse con puras ramas y piedras, así que se aseguró de mandar a algunos discípulos a encontrar tanto la espada como el Guqin de su hermano.

Segundas OportunidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora