Segundas Oportunidades

Capitulo 11

EDITADO SEPTIEMBRE 2024~

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CAPÍTULO ONCE

Wen Qing caminó con seriedad, finalmente llegando a su hogar, pero aun no lo suficientemente cómoda como para abandonar la firmeza en su andar. Porque en esos momentos caminaba directo hacia el líder de secta Wen, que la miraba casi con satisfacción, una sonrisa casi sádica en el rostro.

Un hombre parado con firmeza unos pasos más atrás, casi como un sirviente esperando los mandatos del hombre.

—Wen Qing, dime, ¿qué noticias traes de Gusu Lan? —preguntó Wen Ruohan, su voz suave y llamativa, casi llevándola a decirle todo lo que realmente había sucedido.

Pero ella no sería la hija de Wen Xia si no pudiera manejar un poco de persuasión e influencia, así que hizo una reverencia que fue rápidamente seguida por su hermano, y dijo—. La primera lección fue una introducción a las reglas, puedo recitarlas para usted si gusta, líder de secta Wen.

Wen Ruohan resopló con diversión, una pequeña carcajada saliendo de su boca—. Ah, eres igual a tu madre, por favor no me hagan ir a buscarla —advirtió, su sonrisa aun permanente—. Tú, el chico, cuéntame las noticias que traen de Receso de las nubes.

Pero Wen Ning no podía decir nada, sus oídos ni siquiera escuchando al líder de secta aun cuando eso podría traerle un severo castigo tanto a él como a su hermana.

Porque al hacer una reverencia, su mirada se había fijado en una de sus manos.

El hilo rojo que lo había acompañado casi desde el problema con los cadáveres feroces en Gusu Lan por primera vez había dejado de estar flojo. Colgando rígido desde su meñique y más allá, su mirada siguiendo el camino, más lejos y más lejos, pasando al líder de secta Wen hasta...

—A-Ning —susurró su hermana, pero él no respondió.

¿Quién era aquel joven parado detrás del líder de secta?

—A-Ning...

¿Por qué aquel extraño hilo rojo lo conectaba a él?

—Chico, te estoy...

Si la leyenda del hilo rojo fuese cierta, ¿sería aquel hombre su alma gemela o podría ser que la historia perdiese su significado con el paso de los años?

Si el hilo que colgaba de su meñique no lo ligara a su alma gemela, ¿a qué podría vincularlo?

—¡Chico! —exclamó Wen Ruohan, la sonrisa esfumándose al ver que el joven frente a él ni siquiera le prestaba atención.

Solo entonces Wen Ning dejó de mirar al hombre que ni aun bajo el grito molesto de Wen Ruohan había alzado la mirada, casi como si tuviese miedo de hacerlo. Como si tuviese miedo de recibir el castigo, y repentinamente, sus dudas sobre el significado de la conexión se esfumo.

Porque su posible alma gemela estaba a merced del cruel y tirano líder de secta Wen. Él podría investigar sobre el hilo más tarde, en las bibliotecas Wen, porque por ahora, él respondería las preguntas.

Aunque solo sea por tranquilizar al líder de secta y evitarle manifestar su molestia contra su potencial alma gemela.

—La... la secta Gusu Lan ha tenido recientemente un problema con u-un abismo de agua —respondió con nerviosismo, consiente de la mirada asombrada de su hermana, casi pensando en los gritos que escucharía de su parte más tarde.

Wen Ruohan sonrió—. Bien, bien, eso sí es información, ¿cómo lidiaron con eso? —preguntó con interés, porque sus propios hombres no lo habían logrado, y como siquiera escuchara que la secta...