“Le parecía tan bella, tan seductora, tan distinta de la gente común, que no entendía por qué nadie se trastornaba como él con las castañuelas de sus tacones en los adoquines de la calle, ni se le desordenaba el corazón con el aire de los suspiros de sus volantes, ni se volvía loco de amor todo el mundo con los vientos de su trenza, el vuelo de sus manos, el oro de su risa”
— Gabriel García Márquez, el amor en los tiempos del cólera.
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El norte, el sur, y la brújula ©
Teen FictionMi rutina diaria consistía en despertarme, pelearme con Allison y Christina porque no quedaban cereales de frutas del bosque, desayunar, ir a trabajar, volver a casa y dormir. Trabajo de camarera en Johns(un pequeño pero acogedor bar al centro de Lo...