El norte, el sur, y la brújula ©

XIX.

Harry me acariciaba las manos mientras le rodeaban la cintura, y se giró a mirarme. Sus labios se encontraron con los míos antes de poder evitarlo. Me besó. Estubimos besándonos varias veces, su aliento, por alguna razón, parecía frío y distante. Me susurró que me quería, y después, nos quedamos dormidos abrazados.

Me desperté de golpe, me dolía la cabeza y estaba un poco mareada. Miré el reloj de mi muñeca: las 3:54 de la noche. Me sentía rara. No agradable, me sentía como si no tubiera que estar allí en ese preciso momento. Así que por mi cabeza pasaron mil ideas y ninguna de ellas incluía no ser una jodida zorra. Así que opté por la más lógica de todas, aunque no tenía nada de lógica. Me levanté y vestí lo más rápido que pude sin intentar despertarlo, pero fracasé.

- ¿Que pasa, Sarah? --dijo, bostezando.

+ Tengo que irme, lo siento, Harry. --mi voz sonó más desesperada de lo que hubiera deseado.

- Pero... pensé que estábamos bien.

+ Yo también, pero solo porque no quería ver la verdad.

- ¿Y cuál es la verdad?

+ Que no estaríamos bien juntos, hemos ido demasiado lejos.

- ¿Por qué no estaríamos bien juntos?

+ Porque no nos queremos.

- Yo lo hago.

+ El problema es...

- Tú no, ¿verdad?

+ He intentado mentirme más de mil veces de que te quiero, pero besándote no he sentido nada. No eres la persona correcta, Harry. Lo siento.

Parecía triste, pero me importaba una mierda, porque solo tenía un objetivo a mi cabeza. Salí de allí, muerta de frío y la cabeza parecía darme vueltas. Le mandé un mensaje con los dedos congelados. Por mi suerte, respondió en 30 segundos.

" Soy Sarah. ¿Donde estás? "

" Intentando dormir, en el puto caos de mi casa. Por cierto, ¿tú hablándome? Qué raro."

" Tengo que verte. "

" ¿Tienes o quieres? ;) "

Me puse nerviosa con el emoticono.

" ¿Dónde vives? "

" ¿Donde estás tú, niña? A estas horas..."

" Lo sé, te lo contaré todo, solo, déjame verte... "