Mi Novia es un Dragón

‹‹ IV ‹‹

‹‹ Para estar tan rota sonríes muy bonito. ‹‹

Clara

El camino desde Hogwarts a Londres se hizo irremediablemente rápido, entre risas y bromas dirigidas a mí y a Artie por nuestra estrepitosa llegada al tren.

Es muy agradable pasar el rato con todos ellos.

Dora no ha dejado de insistir en que eso no nos hubiera pasado si hubiéramos compartido dormitorio en Hufflepuff.

Estos chicos me agradan, no es como si no los conociera, estaban en nuestro mismo año y casa pero que yo recuerde nunca entablamos muchas conversaciones largas en los siete años que convivimos, bueno excepto ahora.

¡Ja! pero que ironía . . .

Los conozco más hoy, que probablemente será la última vez que los vea, que hace siete años Charlie, el pelirrojo a pesar de ser reservado es bastante gracioso, no ha dejado de sacarle provecho a nuestro inconveniente.

Mario por otra parte es algo vanidoso, pero resulta ser agradable el rulitos de oro.

Luego esta Clint, no sé cómo describirlo, es gracioso pero tímido a la vez, habla mucho, pero de pronto solo observa.

Me resulta algo incomodo que me vea de ese modo, sus ojos ambarinos parecer ver a través de cualquiera.

Sacudí mi cabeza, tratando de sacar su mirada de mis pensamientos. Dora carraspeo, llamando nuestra atención

— Ya estamos por llegar, antes de despedirnos y que me den sus direcciones para escribirles, cuéntenme — Pauso para mirarnos a todos — ¿Qué tienen en mente?

— Dilo tu primero, ya que lo preguntaste — Respondió Mario con una sonrisa socarrona.

Dora sonrió con autosuficiencia levantándose del asiento. — Por mi parte ya estoy registrada en la academia de aurores, empezaré al finalizar el verano — Exclamó con orgullo.

Reímos ante su entusiasmo.

— Yo entraré en el Santuario de Dragones, será a finales del verano — Espetó Charlie aún divertido por la respuesta de Dora.

Mario aplaudió con un gesto elegante. — ¡Qué agradable coincidencia! — Exclamó divertido — Clint y yo, también entraremos en el santuario de dragones.

Eso no me lo esperaba.

— ¡Qué casualidad que ustedes vayan! — Dijo Artie con sorpresa evidente — ¡Clara y yo también nos iremos al Santuario!!

Los chicos miraron a Artie anonadados, no los culpo, es una gran coincidencia que todos nosotros quedáramos en ir al santuario. Empezaron a hablar animadamente sobre el santuario, Dora no se quedó atrás, a pesar de que ella no iría allí no paraba de hacerle preguntas a los chicos.

Una pequeña parte de mi estaba escuchando la conversación, la otra intentaba resolver la incógnita de como demonios hare para salir de la mansión sí que me detengan.

— No sé cómo voy a escapar para ir . . . — Pensé mirando por la ventana.

¿Qué raro, por qué los chicos dejaron de . . .?

— Escuchamos bien . . . ¿A qué te refieres con escapar? — Preguntaron los chicos al unísono.

Demonios. Se supone que nadie debió escuchar eso, se supone que solo lo pensé.

Sentí sus miradas expectantes casi de inmediato. No supe que contestar.

Por Merlín, solo di algo.