If I Could Fly

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Y sí, ellos estaban allí, dieciséis años después de haberse conocido, dieciséis años de la relación más bonita que jamás podrían haberse imaginado. Ahí estaban, acercándose, mientras que sus ojos no se podían abandonar y sus corazones latían frenéticamente. y finalmente, cuando estuvieron a unos pocos centímetros de distancia, Louis levantó una de sus manos hasta la mejilla del rizado (donde instantáneamente se formaron unos profundos y hermosos hoyuelos, que hicieron que el corazón de Louis latiera aún más, con riesgo de salir expulsado de su pecho), y su otra mano se posó en su cintura, justo donde uno de sus tiernos y pequeños rollitos se creaban. Y no pudo pensar en otra cosa, en que él estaba a punto de besar a su mejor amigo, a su persona favorita en el mundo, a su alma gemela.

Sus labios se unieron, justo en el segundo en que Harry posaba sus manos en la cintura del castaño para poder atraerlo más hacia él. Fueron chispas, fueron fuegos artificiales que explotaron en el cielo que ambos comparten, porque sus mundos estaban conectados.

Sus sonrisas se asomaron al instante, porque eso era increíble. Eran ellos dos, en todas sus versiones, pero como toda la vida, juntos.

Porque ellos siempre encontrarán el camino a casa, y si eso significaba perderse para volver a encontrarse, lo harían una y mil veces, porque tenían claro que siempre se encontrarían. Que estaban atados como dos barcos, que eran su hogar, su brújula en cualquier mar.

-Hazz.
-Boo.
-Estoy enamorado de tí, y te amo.
-Eres mi persona favorita en todo el mundo, Louis.
-Entonces, tal vez sí cumpliremos nuestra promesa.
-¿Cuál?
-Estar juntos por siempre.
-Hasta la muerte, Lou, porque quiero pasar el resto de mi vida contigo.

Y así fue.

La Luna guardó en su superficie blanca, el recuerdo de dos jóvenes enamorados, que declararon su amor, que había sido durante todas sus vidas, y que pronto, se había convertido en uno eterno.

Porque desde el comienzo, habían sido ellos dos contra el mundo, pactando promesas, y prometiendo pactos, rompiendo fronteras, noches en vela, refugios a la sombra de árboles, abrazos cálidos, caricias suaves, primeros besos.

Porque serían el uno para el otro, por siempre, en esta, y mil vidas más. En cada dimensión, en cada versión de ellos mismos.

Porque siempre serían Harry y Louis, en los brazos del otro, en sus miradas infinitas,  porque si pudieran volar, irían directamente a casa, a el otro, siempre.

 Traición- AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora