Una vida.

3 0 0
                                    

Soy consciente de mi vida en cuanto siento que me desprendo de algo más. Algo me ha abandonado, se ha desintegrado y me ha entregado a algo que desconozco. La caída libre empieza, tira de mi, me sacude, curva y transporta.

El viento y la velocidad no me permiten concentrarme en nada en especial. Sólo el borroso color blanco y azul me envuelve. No puedo pensar en mi futuro, en lo que soy o lo que quiero ser. ¿Qué soy? ¿Quién soy? ¿Por qué estoy siendo arrastrado por esta fuerza? ¿Podré detenerme?

Siento ira recorriendo mis venas, quiero parar, quiero revelarme, quiero tener el control y que esto pare. Es injusto no saber qué pasa, no tener el control de mi propia vida.


Sigo cayendo a una terrible velocidad que sólo parece aumentar. ¿A dónde voy? A mi alrededor nada se ve, todo va tan rápido que siento nauseas. La ira da paso a una leve calma, algo como aceptación por lo que sea que soy, lo que sea que esté pasando y lo que sea que pasará. Mientras todo sucede creo planes para cuando sea que me detenga. Quiero hacer mucho, quiero lograr mucho, mucho más que únicamente este tortuoso descenso.

Mis pensamientos parecen ser precisos, pero con el paso del tiempo y el avance de la caída parece que ninguno se va realizar. No hay más aceptación, ahora me resigno. No hay nada que pueda hacer. Mi vida de hecho carece de sentido.

Me siento al borde del agotamiento. La velocidad aumenta y cada parte de mi ser duele. Por lo menos cada parte de lo que soy, lo que sea que eso signifique o sea. ¿Qué me sucede? Las energías se escapan de mí, tengo miedo al no saber que pasará. Una mancha verde se hace cercana a una increíble velocidad. ¿Qué es eso? No logro responder la pregunta porque termino estampándome en algo duro, fuerte y caliente. 

He dejado de caer.


¿Qué ha pasado? He chocado pero me siento bien, sin contar el agotamiento. Quiero moverme pero no lo logro. Sobre mí brilla algo poderoso y que se hace mas cálido con cada segundo. Mi alrededor es gris. De la nada todo empieza a temblar, algo zumba a mi derecha. Tres zumbidos más y mucho más calor. Siento que partes de mi desaparecen, como dormidas y desligadas de mi ser.

De repente, todo zumba con mayor fuerza, el sonido es estridente, más partes desaparecen, se desintegran y algo pesado, oscuro y arrasador se posa sobre lo que soy. No reconozco nada, sólo una fuerza que nueva mente me tira, pero no desciendo... No. Esta vez asciendo sin saber por qué. 

He dejado de ser.




Relatos a la luz de las estrellas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora