La mañana nunca fue sencilla para mi y la de hoy no es la excepción.
Te has ido dejándome despertar en una cama muy grande para mi, con el aroma de dos personas en las sábanas y la certeza de que una de ellas ya no volverá. Jamás regresarás a posar tu cuerpo sobre este entramado de hilos, testigo de noches largas de charlas y amor, de mañanas cortas de distracciones y caricias sin patrón.
Las paredes a mi alredor están vacías, una de las mesas de noche a los lados de la cama perdió su personalidad en cuando tomaste los trozos que la hacían tuya.
Tus chucherías han desaparecido de "nuestro lugar para hibernar", como lo bautizaste. Nada hay tuyo en este espacio, pero los recuerdos se mueven por todo el lugar haciendo increíblemente notoria y dolorosa la pérdida.
Después de todo aquí y ahora soy sólo yo.
ESTÁS LEYENDO
Relatos a la luz de las estrellas.
Nouvelles«Las noches poseen la magia de lo misterioso. Cubre lo que el día deja ver con claridad. Las sombras se aferran a los cuerpos y no los dejan de atacar con pensamientos existenciales. La noche domina las entrañables verdades que ocupan las mentes.»