Carta 10

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Querido príncipe de hojalata:

    Y así pasamos 7 meses, cuando creía que ya no había nada volvía y siempre salía lastimada, no siempre me sentí así, hubo un intermedio en donde me sentía maravillosa, porque tenía mi mente ocupada, estaba viviendo otra vida, pero como todo cuento de hadas tuvo un final y me di cuenta de cuán destruida estaba.

      Ya no me quería conformar con miseria de amor, no lo merecía y siempre lo supe, pero no lo aceptaba, me empecé a dar cuenta que no solo él, sino yo también me minimizaba Lección número 3 nadie tiene derecho sobre ti, nadie puede doblegarte, la única persona en el mundo que te conoce completo eres tú.

     A veces es mejor omitir preguntas, si ya sabes la respuestas, preguntas necias que solo hacían más daño como cuánto estaba enamorado de ti y respondía un 40% o que le dijeras cosas que te molestaban y te decía loca o simplemente te ignoraba, o decirte que es así y que no cambiará, te muestra la miseria de una persona.

     Y las tantas veces que lloré por mí y lo hacía porque debía salir de allí y lo sabía, pero era tan difícil y no lo entendía, no lo hacía y seguía cayendo en un hoyo profundo, hasta que se alejó sin más, dejó de escribir, dejó de llamar, dejó de estar y ya no me hacía más preguntas, ya había tocado el fondo y solo quería salir de allí, pero para eso tengo que aprender a volar.

     Tengo que amarme, él ya no está y lo agradezco, agradezco que sea como es, porque aprendí, que no todo lo puedo controlar, que no todo lo puedo conseguir, que por mucho más que tú quieras a alguien no tiene que estar para a ti, que hay que aprender a controlar los sentimientos y sobre todo tus pensamientos y creo que la lección número 4 es Pienso y luego existo.

     Y si se preguntaban si, sigo en el hoyo, pero pisando tierra y trabajando para salir de él y aprender a volar, no siempre darlo todo es bueno y tampoco sano, siempre hay que guardar una parte para ti y para tener un cuento de hadas, la única manera es que sea en papel.

Al final me di cuenta que bese a un sapo, que se convirtió en un príncipe de hojalata.

De: María
Para: mi corazón roto

*Basada en mi historia real*

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