Carta 2

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Querido príncipe de hojalata:

     Y entonces sucedió, ¿Cómo? Ni idea, hasta yo me sorprendo, pero con tu simpatía, tu cinismo y tu odiosidad, lograste que me gustarás o tal vez solo eras algo diferente, eras difícil y eso para mí significaba un reto y siempre tenía la osadía de decir que todo lo que yo quisiera lo obtenía y que tu no serias la excepción.

     Confieso que al inicio estaba muy confundida, claro ¿quién no?, aunque siempre tuve valor para decir lo que sentía, creo que no te quita nada decir lo que sientes, el problema está en las demás personas, nadie lee mentes y el corazón no tiene subtítulos, ¿Cómo saber cuándo alguien  es sincero o no?  Exacto no lo sabemos, solo confiamos.

     Confiar es error para muchos, pero todo esto por el sistema que hay en el mundo, porque no solo decir lo que verdaderamente sienten o piensan, las personas se han vuelto frías, desinteresadas, no les importa el daño que causan a los demás, se han vuelto vacíos y tan banales, a pesar de que el mal nunca le ha ganado al bien me pregunto, ¿De verdad existen personas buenas en este mundo? O tal vez simplemente se esconden en la oscuridad para no salir heridos.

Querido Príncipe de Hojalata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora