—¿Hola? –escuchó una voz grave que le llamaba con suavidad, pero Saint no quería abrir los ojos, aunque dentro de él algo permanecía removiéndose y gritándole que lo viera. –¿Estas bien? –preguntó y Saint se quedó callado, inmóvil, pensaba que si hacia cualquier cosa perdería y no estaba dispuesto a perder.
La persona frente a él pasó a tomar acción y tocó el hombro de Saint para llamar su atención. Por el impacto Saint abrió los ojos a punto de quejarse y decirle que no lo tocara, pero sus palabras se quedaron atrapadas en su garganta cuando sus ojos se encontraron con los del contrario.
El joven Suppapong podía describir a la perfección cada cosa que había sentido antes: la emoción que recorría su cuerpo, lo embriagante que era la fragancia ajena, el como su corazón golpeaba con una fuerza que casi podía sentirlo escaparse de su pecho, la forma en que sus pies se movían sin su permiso guiándolo hasta la persona que provocaba todo eso. Saint podía describirlo porque lo había vivido antes, pero, lo que sintió en el momento en que sus ojos se encontraron con los ajenos es algo que no tenía palabras para describir, era algo único, los ojos de aquella persona reflejaban algo nuevo y le llenaban de sensaciones que le hacían olvidar por completo sus preocupaciones.
"Oh, quisiera dejarme caer en esa mirada" pensó dejando escapar un suspiro que venía directamente de su corazón.
La persona frente a él soltó una risita que trajo de regreso a la realidad al joven alfa.
Saint se hizo consciente de la situación. El contrario continuaba con su mano sobre su hombro y eso lo hizo sentirse nervioso, de pronto, sin quererlo, su aroma se hizo más fuerte haciendo que el ajeno quitara su mano y cubriera su nariz.
El joven alfa estaba por decir algo, pero no pudo hacerlo desnudo a qué su mano fue tomada y, de la nada, estaba siendo arrastrado lejos de la multitud. Fue llevado hasta un pequeño parque que estaba cerca de la calle principal donde se habían encontrado. El lugar era tranquilo y transitaba poca gente, el alfa más joven estaba confundido por la repentina acción del mayor.
—Disculpa por arrastrarte de esa forma –Saint negó sin saber que decir. Su corazón latía con tanta fuerza que no podía escuchar sus pensamientos. –¿Estas bien? ¿Tienes inhibidores? ¿Puedes llamar a alguien? Creo que tampoco es bueno que yo esté aquí.
Saint lo observó detenidamente, no podía comprender las palabras del contrario. Mientras trataba de procesar lo que sucedía se enfoco en la persona frente a él, notó que ciertamente era alguien apuesto, tenía una buena figura y su cabello totalmente obscuro le sentaba bastante bien junto a esas cejas pobladas que enmarcaban su rostro. Sacudió la cabeza y regresó en sí.
—¿De qué hablas? ¿Inhibidores? –preguntó Saint, eso era todo, no había podido procesar algo más.
Por su parte, el alfa mayor abrió los ojos entre preocupado y asustado. Saint reprimió una risa, pudo olfatear un cambio en las feromonas que flotaban en el aire, un cambio que hacía ver el pánico que comenzaba a embargar al contrario, seguro que se preguntaba cosas como "¿no sabe nada? ¿Era su primer celo?" y no se equivocaba, porque aquellos eran sus pensamientos exactos, además de que no podía respirar con facilidad debido a que todo el lugar estaba lleno de las feromonas de Saint y eso dificultaba las cosas para el otro alfa.
—No te veas tan alterado, no soy un omega –agregó Saint y se acercó al contario para comprobar que esas palabras lo tranquilizaran: era lo contrario.
El pobre hombre frente a Suppapong lo observó, respiró un poco, lo cual empeoro las cosas haciendo que se sintiera mareado, era un caos.—Hey, Hey no, no vayas a desvanecerte aquí, ven, ven –habló tomando del brazo al mayor y acercándolo a una banca.
—Si no eres omega ¿Por qué tus feromonas me están afectando de esta forma? –preguntó.
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Serendipia | ZaintSee
Fanfiction¿El destino puede equivocarse? Saint necesita responder a esa pregunta y saber si es que el destino realmente existe, si el amor está hecho para él o el universo solo está jugando.