Saint se encontraba en su auto, listo para salir e ir a aquella manada.
No... en realidad no estaba listo. Saint tenía algo de miedo, ir solo era muy diferente a cuando había ido con Zee, no quería aceptarlo, pero el mayor le daba valor, le transmitía cierta calma y por eso no había sentido tantos nervios cuando fue con él, pero ahora estaba lleno de dudas sobre si realmente podría resolver sus problemas.
Ahora era la tercera vez que se encontraba en esa posición, con las manos en el volante, sosteniéndolo con fuerza, buscando una excusa para bajar y dejar el asunto para después.
"Hola, Saint".
El sonido de un mensaje entrante lo sacó de sus pensamientos, revisó y en un instante sus sentimientos, mente y cuerpo se enfocaron en una nueva sensación.
"¿Cómo has estado? Te habló porque estoy preocupado me dijeron que no has ido a visitar la manada".
Su corazón latió con más fuerza y algo dentro de él se removió haciéndolo añorar a la persona que enviaba esos mensajes.
Dejo caer su cabeza en el volante. Estaba hecho un desastre, lo sabía, desde que había conocido a Zee todo su mundo parecía estar de cabeza ¿era así? No, en realidad Saint estaba consciente de que las cosas que le sucedían ahora no eran una novedad, sus feromonas actuando de forma extraña, que lo confundan con un omega, que la gente alrededor parezca inusualmente afectada por él, toda su vida se había sentido diferente, pero trato de no prestar atención a ello y cuando paso la edad en que los omegas solían tener su celo él creyó que tenía la suerte de ser un alfa, aunque ahora que lo pensaba, sus resultados en el examen no habían sido determinantes, básicamente él se había autoproclamado un alfa y dado que podía utilizar "la voz", era más fuerte que un beta y no tenía celo, si no era un alfa ¿entonces que podría ser?
Saint dio un largo suspiro, tomó su celular en manos y contesto los mensajes de Zee antes de arrancar su automóvil.
"Estoy bien, ahora mismo voy en camino a visitar la manada"
...
Cuando llegó al lugar se sintió cohibido, comenzó a recibir un par de miradas que no podía descifrar y era incomodo por decir menos, ya que nadie ahí parecía ser discreto. Saint respiro profundamente y trató lo mejor que pudo de controlar sus feromonas, desde aquel día en que había venido junto a Zee le parecía más complicado el controlarlas.
La amiga de Zee lo abordo casi tan rápido como llegó, eso le ayudo a relajarse y sin esperar mucho fue con el alfa de la manada.
—Alfa, este es el chico que ha venido por ayuda a nombre de Zee –presentó la chica.
El hombre frente a él era alto, fornido, piel blanca y cabello castaño, era el claro ejemplo de un alfa, aunque en la mente de Saint solo paso la frase "Zee es mucho más guapo" aun así cuando el hombre se acercó a él tragó con nerviosismo y su corazón dio un vuelco.
En su cabeza permanecían las palabras "controla las feromonas" en un loop infinito.
—Por favor, llévalo fuera de mi manada –fue lo único que dijo cuándo se separó del menor, parecía que lo había inspeccionado de arriba abajo y esa era su resolución.
¿Qué había hecho de mal?
—¿Disculpe? Pero es un amigo de Zee ¿no podemos ayudarlo? –habló la chica con cuidado y tratando de no ser indiscreta.
El alfa le dirigió una mirada llena de desprecio a Saint para luego acercarse a la chica y volver a hablar.
—Dile a nuestro amigo Zee que lo sentimos mucho, pero no podemos ayudar a los del tipo de este chico y que si quiere un consejo, será mejor que se aleje de él. –Sus palabras eran ásperas, llenas de un sentimiento que Saint reconocía como algo semejante al odio.
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Serendipia | ZaintSee
Fanfiction¿El destino puede equivocarse? Saint necesita responder a esa pregunta y saber si es que el destino realmente existe, si el amor está hecho para él o el universo solo está jugando.