Capitulo 4

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             Datos interesantes

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Tashel.

Salí del salón como tiro al blanco.

Atravesé el pasillo sin importarme a quien me llevara por delante, este día ha ido de mal en peor. Luego me detuve en la acera de afuera del edificio. Respire hondo y conté hasta diez, eso no funcionó de nada porque al instante grité:

— ¡Maldito día de mierda! — solté de repente atrayendo las miradas de los que pasaban por el lugar. Sonreí incómoda restándole importancia con mis manos.

— Wo, wo, wo! Vaya mierda te haz tirado eh— exclamó Lindsay apareciendo por detrás de mí —cuidado princesa, esa boca trae locos a todos los del reino, ojo los espantas y te quedas sin pretendientes.

Ignorando el comentario sarcástico de Lindsay, suspiro y me restriego las manos por la cara.

— ¿Puedes matarme ahora mismo? — le pregunto con cansancio y lista para morir, no tenía ganas de nada. Este día no salió como esperaba, pero bueno de eso se trata la vida.

Me molesta que vengas con toda la seguridad y actitud para afrontar tu nueva vida y el momento como se debe, pero pasa algo o llega alguien y te arrebata cualquier posibilidad para que el día siga marchando con normalidad. No entiendo porqué cuando alguien tiene un mal día, siente la necesidad de castigar a otro en vez de sí mismo.

Por lo menos yo no siento que mi mal humor deba afectar a alguien que me rodee, las personas no se merecen que tus problemas internos y tus crisis existenciales decidan dañar su día.

"Si tienes puras energías malas en algún momento, no te descargues con alguien más hija. Piensa y analiza cada situación, encuéntrale respuesta a lo que te está pasando y luego haz algo para cambiarlo o sobrellevarlo." El recuerdo de las palabras de papá invade mi mente y memoria.

Reina del drama.

Cállate conciencia, como no puedes entenderte a ti misma.

Los diálogos con mi conciencia cada vez se hacían más presente.

— No, pero si puedo hacer mucha comida para las dos, vamos y me cuentas porque estás hecha una furia. — responde mi amiga con empatía y señalando el camino a nuestro departamento.

Acepte su invitación porque necesitaba relajar mis ovarios. Además no pretendía hacer más que ir por un café después de clase. No cambiaba mucho mi día, sí solo iba a casa con Lindsay. Suspire y comencé a caminar junto a mi compañera, esperando llegar rápido al edificio, no sé porque ese chico había influido tanto en mi día. No debería ponerme así por desconocidos, que me está pasando Diosito!

Preferí quedarme callada en todo el recorrido, no quería ser grosera con Lindsay. Nadie tiene la culpa de que mi día no haya estado como esperaba.
Maldigo el momento en que mis traumas hicieron efecto en mí salud mental, maldigo el instante en que decidí encerrarme en mi propia burbuja, maldigo la época en que me volví tan dependiente de las personas y maldigo el día en que no supe afrontar mis problemas y me deje calcomer por mis demonios oscuros.

Bajo un hechizo indescifrable ( En proceso ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora