Si es un pecado escabullir en tus más oscuros secretos, no me importa morir condenada.
Es indescifrable como eres fuente de mi inspiración...
¿Del odio al amor realmente sólo hay un paso?
Nunca imagine que mi vida fuera tan interesante, o al meno...
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No puedo creer qué me haya despertado tan temprano sin alarma. Eso es un nuevo logro en la vida de Tashel Dmitriev, anótenlo por favor y me lo recuerdan otro día.
Es hoy! Es hoy! Por fin se llega el fin de semana, esperaba esto hace tiempo. Louis dejo claro que nos quería temprano bien listos y a pesar de que trasnochamos viendo series con Daniels, me encuentro totalmente lista para el Viaje.
Cuando desperté, lo primero que hice fue tomar agua, luego me paré en frente de la puerta de la habituación de Lindsay y grité como si de un asesinato se tratara. Es irónico realmente; cuando mataron a mi papá frente a mí ni siquiera tuve fuerzas de gritar y menos mal no lo hice, ya estuviera 3 metros bajo tierra.
Aquí estoy yo, arruinando momentos buenos por mis recuerdos. Al menos les pongo un poco de humor, ¿cierto?
Lindsay sale disparada por la puerta llevándose a mi humilde cuerpo junto a ella, ¡Jesús! Los huesos de esta mujer pesan.
Wow, wow, wow, santo cielo!!!!
— Quítate de encima BELLOTA. — grito empujando el cuerpo de Lindsay hacia un lado, ella no ha parado de reír desde que caímos como una bola en el piso.
— ¿Qué mierda te sucede Tashel? — Lindsay se levanta y se tambalea. Supongo que el despertarse asustada, caer y dar vueltas en el piso, no le ayudo con el mareo mañanero.
Ahora la qué toma el turno de reírse soy yo. No sé porqué estaba tan emocionada con estás mini vacaciones. Nunca me había comportado tan así, supongo que los cambios de vida han hecho buenas obras en mí. Me levanto y miro fijamente a Lindsay por 5 segundos, de allí no aguantamos y comenzamos a reírnos a carcajadas. Somos las chicas más idiotas en estos momentos.
— Solo quería despertarte de una manera muy energética. — digo y le suelto un puño en el brazo. — lo Vi en un canal de YouTube, deberías seguir a los entrenadores. — me rio para mis adentros, Lindsay está mirando como si fuera un bicho raro.
— ¿A qué putas horas haces rutinas de YouTube? — esponja su nariz y frunce el ceño, formando una mueca graciosa. — ¿te vas a volver fit?
— No, las veo por sus mensajes de motivación. — digo restándole importancia. — los ejercicios los hago mentalmente, mientras como doritos.
— Gracias Shels, tu confesión me genera mucha motivación, wujuuuuu! — alza su puño y suelta con sarcasmo.
— Ja, ja, ja. ¿Porqué no te vas a bañar? Hueles a gato loco. — le respondo y la empujo con mis manos hasta el baño.
