Capitulo 12

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Confesiones.

No estoy lista, sé que no

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No estoy lista, sé que no. Pero si no le cuento a Lindsay ahora, jamás lo haré. Tengo que cuidar muy bien lo que voy a decir a continuación, sé qué no puedo hablarle con claridad y contundencia de todo.

Pero si sé qué expresar por primera vez en voz alta una de mis mayores tragedias, me quitará un peso de encima y de paso me ayudará a qué mi amiga entienda por lo que estoy pasando y haré de ahora en adelante.

Siento como las manos empiezan a sudar y miles de recuerdos llegan a mí, odiaba constantemente como esos sucesos de mierda se repetían en mi cabeza. Lo que quiero recordar ni siquiera da señales de qué alguna vez estuvieron en mi mente, y lo qué quiero olvidar todos los días de mi vida, se repite constantemente llenándome de miedos e inseguridades.

— Habla Shels. Me estás desesperando. — pide Lindsay apretando levemente mis manos.

— Lindsay... yo, yo. Yo vine aquí para buscar la pura venganza por la muerte de mi padre. — digo firmemente y sin arrepentimientos. Siento como las lágrimas amenazan con salir de mi sistema. — se lo prometí a papá antes de morir, es una de las partes de nuestra última conversación qué no te conté. — Lindsay se encontraba expectante y afectada por lo que estoy diciendo. — quiero que esas personas paguen y necesito de tú ayuda para encontrarlas, ellos arruinaron mi vida y creo que nunca podré repararla.

— Hay algo más Shels, hay algo qué no me estás diciendo. — Mi amiga es muy perspicaz y sabe perfectamente que al cuento le hace falta un pedazo.

— Una de las personas que planeó el asesinato de mi padre. — en este punto fue inevitable contener las lágrimas. — me persiguió por años, hasta que pudo raptarme y abusar de mí hasta dejarme sin conciencia de mi propia vida.

Lindsay ahoga un grito y comienza a llorar a cántaros. — tenia 14 años cuando eso pasó, de allí vienen parte de mis trastornos. Yo quedé rota Lindsay, muy rota. — estoy llorando y temblando junto a mí amiga. Estoy dejando que vea una parte de mí, la más delicada.

— Mi familia no merecía pasar por eso, me siento tan culpable aún. De no ser tan buscona y curiosa ese hombre no se hubiese aprovechado de mí, sabes; recuerdo que el prometió darme todas las respuestas a mis preguntas sobre el asesinato de papá, me drogo sutilmente para que no pudiera gritar ni esforzarme en escapar, pero si para que tuviera la vista fija en él y todas las cochinadas que hizo conmigo ese día. — las arcadas llegaron a mí y fue imposible no querer vomitar, corro rápidamente al baño de la habitación y me permito sacar todo el vomito de mí cuerpo, Lindsay se posiciona detrás de mí, tomando mi cabello y evitando ser débil para no desboronarse junto a mí.

Bajo un hechizo indescifrable ( En proceso ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora