5. Feliz Cumpleaños, Joseph.

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Ha pasado al menos una semana desde la fiesta de Sarah y todos sus acontecimientos posteriores. Con Joseph las cosas han cambiado ligeramente, supongo que esos son los efectos de tener novia posesiva o novia maniática o sea lo que sea Elizabeth, la relación de ellos es muy rara. No pasamos de saludarnos con una simple sonrisa, a veces parece que omite totalmente mi presencia.

Aún así, estoy en el centro comercial de la cuidad en busca del regalo perfecto para el amor de mi vida. Maldita sea, Kylie. ¿Porque demonios no te rindes de una vez por todas? ¿Que no ves que él es feliz con la tarántula esa? ¿Que no ves que no te ama y nunca te va amar?

-¿Que busca, señorita?-Hablo la encargada de la tienda. Gire a verla y suspiré.

-Busco algo bonito. Un regalo llamativo para varón.-Dije pensativa, ella caminó observando los estantes de la tienda. Yo la seguí.

-¿Busca algo en específico?-Volvió a preguntar.

-No. Busco algo bonito. Algo creativo, algo espectacular.-Ambas seguimos caminando por la tienda.

-¿Para algún novio?-Articuló ella sutilmente. ¿Que se supone que le iba a decir? "No, en realidad es para un ex-novio que me abandonó por irse tras la desabrida niña caprichosa que dicho sea de paso es una bruja."

-En realidad es para un amigo.-Dije ignorando mis pensamientos.-Estaba pensando en algún reloj o algún cinturón.-Comenté para dejar atrás el interrogatorio.

-Bueno, aquí está la sección de accesorios masculinos. Cualquier cosa puede llamar a cualquiera de las empleadas.-Habló la amable señora. Se fue y me dejó sola en esa parte de la tienda.

Miré todos y cada uno de los accesorios, a decir verdad quería llevarle todo. Anillos, cadenas, brazaletes, cinturones, etcétera. Cada cosa se vería perfecta en él. Al final me decidí por un bolso pequeño de cuero, un reloj de madera con un cinturón de cuero y una gorra café.

Salí de la tienda y me fuí a una papalería. Compre papel brillante, pagamento, cintas y papel decorativo. Eran casi las una y media de la tarde y aún no había almorzado así que me pedí un apetitoso Subway con un refresco de limón. Al terminar de almorzar me fui hasta el parking del edificio y subí todas las cosas al coche. Maneje tranquilamente hasta mi casa escuchando y entonando This love de Camila Cabello. Una canción sumamente atada a mi situación actual.

Al llegar a casa puse todo en una mesa de trabajo. En la tienda me habían dado una caja muy grande así que acomodé toda las cosas en su interior y le pegue el papel brillante azul por fuera, luego con otros trozos de papel decore su interior. Después de cinco largas horas, dos dedos quemamos, uno herido y tres intentos de renuncia quedó lista la caja. Estaba totalmente orgullosa de mí misma. Jamás pensé que quedaría tan bonito, literalmente no he parado de verla en lo absoluto. Como toqué final puse chocolates y golosinas, más unas cuantas fotos de nosotros dos. Me enamoré de la caja literalmente.

-Ojalá y te sepan valorar más que a mí.-Susurré viendo mi glamurosa creación.

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A la mañana siguiente me preparé para el Cumpleaños de Joseph. Elegí detenidamente mi atuendo de esta noche, debía ser algo elegante, algo llamativo pero sutil; atrevido pero inocente. Al final me quedé con un vestido negro que tenía una pequeña abertura en la área del abdomen, con unos tacones y un lazo o decoración en la cabeza y quedaba Divino.

Aproveche el tiempo restante para arreglar un poco mi departamento. Aspiré la alfombra, la sala, el cuarto, el baño, una infinidad de cosas. Además de lavar la ropa sucia, acomodar muebles y ordenar las decoraciones de estas. Pasé tan ocupada y entretenida que se me habían pasado las horas. En un abrir y cerrar de ojos ya eran las seis y treinta de la tarde y la fiesta comenzaba a las siete. Me metí rápidamente al baño, me puse el vestido y los tacones. Sequé mi cabello con la secadora y lo peiné. Como accesorio final me puse un lazo negro en el cabello y me maquillé.

Aún te quiero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora