ATEEZ ZERO: FEVER PT. 1
DIARY FILM
LAS HERIDAS DE MAIKO.“Dicen que la escuela es el lugar donde eres más feliz. Tu segunda casa. Pero nadie te dice que es el lugar donde existe el acoso, el suicidio, la presión y el egocentrismo.”
Vulnerable.
Esa única palabra te describía. Los de tu alrededor te veían pequeña. Aprovechaban para dar solo un golpe, un insulto o bien, un mal chiste sobre ti. El acoso que recibías diario era algo que ya te tenía acostumbrada. Los golpes dolían menos, las palabras también. Solo te mantenías callada, con la mirada baja y sin importancia.
Tu rostro cubierto de maquillaje para ocultar el daño echo, pero con el tiempo, ya no importaba. Si querían verte destruida, estabas a su merced.“Cuando toda la tortura terminaba, aunque no podía cubrir mis heridas, iba directo con ellos. Con la ropa que quisiera, me consolaban y me defendían de quién sea.”
Cuando terminaba el colegio, tomabas un autobús hacia el lugar donde siempre se reunían. Te cambiabas de ropa guardando el feo uniforme en la mochila y con ello, todo lo amargo dentro tuyo. Ellos sabían todo, y casi siempre les tocaba curarte, te limpiaban la sangre y desinfectaban tu rostro y brazos. En ese momento, era lo único que tenías destruido.
Todo eso, se terminó derrumbando. Ahora el acoso era más duro que en años anteriores, ahora se encargaban de dejarte golpeado todo el cuerpo. Terminabas en la cama, con la cara empapada mientras recordabas los buenos momentos con ellos. En especial con Mingi.
“La sensación de ahogamiento terminaba cuando los veía y regresaba al día siguiente en la mañana.”
No lograbas recordar qué pasó, o cuál fue el problema. Pero de un momento a otro, comenzaron a pelear. Tú, sin entender nada intentaste separarlos y terminar con eso. Lo único que recordabas era como San se encontraba ahí, junto con otros de lo chicos, mientras que Jongho logró golpear a Mingi en el rostro. Gritabas que por favor se detuvieran, estabas teniendo un pequeño ataque de ansiedad viéndolos pelear. Los separaste e inmediatamente los cuestionaste.
Nadie dijo nada.
Después de eso, ya no había quien te consolara después de clases. Solo tú te abrazabas mientras llorabas, te metías cada noche en la tina llena de agua, preguntándote que habías echo mal. Los peores pensamientos pasaban por tu cabeza, querías resistirte.
Tal vez no eras tan fuerte. No sin ellos.“Mientras más pienso, más me falta el aire. ¿Me extrañarán cuando me vaya de aquí?”
ESTÁS LEYENDO
Si estuvieras en ATEEZ. [SEGUNDO LIBRO]
Fanfictioncontinuación de un mundo paralelo donde tú eres parte del grupo de la cuarta generación más candente del momento. si no te has pasado por mi primer libro, ¡hazlo antes de empezar con este! disfruta la lectura.💓