Magnetic Lack Of Innocence

Capítulo 8. Exhala problemas aun ausente.

...

—Los atardeceres son de las pocas cosas que me gustaría ver todo el tiempo — ella le dijo recargando su cabeza en su hombro suavemente y sin dejar de observar maravillada el horizonte frente a ambos.

—Espero ser también parte de esa lista — él expresó haciéndola reír.

Estaban en el techo de la casa de Sasuke. Después de recogerla de su clases particulares había decidido traerla hasta ahí para pasar un rato juntos, ella había dicho que preferiría que estuvieran en su casa para ver alguna película o algo así. Sin embargo él se negó pues no deseaba tener a su molesto hermano rondando cerca e incomodándolo con su acusadora mirada consciente de que los momentos a solas con su novia siempre se volvían muy íntimos y privados.

—Sasuke-kun... ¿te gusta Konoha? — pregunto ella incorporándose y abrazó sus rodillas con sus brazos.

Uchiha lo pensó un momento detenidamente. Realmente habían cosas en su vida que no le gustaban, como su familia, la escuela, o su "trabajo", pero Konoha nunca había sido especialmente algo que le molestara. Ciertamente existían mejores lugares para vivir y estando en otro lado se alejaría de las cosas que ahora mismo le estorbaban, pero nunca había contemplado la posición de irse.

—Dudo que a alguien le guste — respondió simplemente, igual que siempre Sakura pareció comprenderlo a pesar de nunca ser claro y sonrió para él con suavidad.

—Pronto saldré de aquí — ella se mostró tan segura de sus palabras que a su novio le picó la curiosidad y faltando a su juramento de no indagar de más en ella decidió preguntarle.

— ¿Cuál es tu plan?

Sakura hizo un pequeño puchero, se levantó del suelo y dio una larga mirada al cielo lleno de colores cálidos mientras metía las manos en los bolsillos de la chaqueta que Sasuke le había prestado. El viento mecía su cabello y se atravesaba por su cara, lo cual hizo Sasuke sonreír al comprender porque ella quería cortarlo con tanta urgencia.

—Aun no lo tengo, pero en cuanto cumpla la mayoría de edad sé que todo se acomodará para que pueda irme — respondió y comenzó a caminar alrededor suyo.

— ¿Tanto odias este lugar? — él le preguntó inocentemente mientras encendía un cigarrillo. Sakura lo miro a los ojos profundamente y con sencillez asintió con la cabeza. Un gesto tan simple pero tan poderoso que logro convencerlo de que si ella lo deseaba con tanta sinceridad entonces debía tener razón. — ¿Qué te parece si te ayudo?

— ¿A qué? — enarco una rosada ceja.

—A planear una exitosa huida de aquí por supuesto, las cosas no son como en tus fantasías, no es simple cuestión de suerte— señaló él dando una calada a su cigarro.— ¿Qué tan pronto planeas que sea?

—En cuanto me gradué.

— ¿Tienes dinero?

—Bueno... no exactamente. Mi padre me dejó una herencia antes de morir pero fue congelada hasta que cumpla 21. Aunque por otra parte tengo joyas y demás pertenecías que podría vender ¿qué te parece?

—Suena bien para un comienzo y vivas bien un tiempo, pero después tendrías que conseguir un trabajo ¿no? — ella asintió decidida.