Magnetic Lack Of Innocence

Capítulo 10. Como amarla correctamente.

…

Muchas cosas en la vida de Neji eran complicadas. A la mayoría de los acontecimientos extraños que le han sucedido trato de no buscarles explicación si no era necesario y al mismo tiempo le enseñaron y desmintieron una serie de lecciones que procuro no olvidar ni por un segundo.

Por ejemplo, la muerte de su madre. Dicen que si eres bueno y te preocupas por otros, anteponiendo a los demás sobre tu propio bienestar el karma se encarga de ser amable contigo y poner solo felicidad en tu camino, sin embargo, su progenitora a pesar de conducir su vida con bondad, ser una buena mujer, madre y esposa, fue rápidamente derrotada por un cáncer que nadie vio venir sino hasta que fue muy tarde.

Luego estaba su padre, un hombre justo, afectuoso y noble que le había reiterado muchas veces que rodearse de personas que sumaran a tu vida en lugar de restarle era algo fundamental e importante. Claro, que el hombre olvidó aplicar esa regla a su vida luego de que su mujer falleciera y decidiera casarse nuevamente con una vieja amiga suya, Mebuki Haruno, quien tenía una historia parecida a la suya, al ya haber perdido a dos maridos.

Mebuki era completamente distinta al ideal de mujer que se había creado a partir de su madre y las heroínas de sus libros. Aunque era bella, había algo amargo en su expresión que iba más allá de lo físico. Tenía el cabello rubio y corto, ojos verdes oscuros y vacíos y labios finos en una sonrisa simplemente cordial. No le desagradó de primer momento, aun cuando era joven, a sus 12 años, era consciente de que su padre merecía rehacer su vida y dejar a su madre descansar, realmente intentó que la mujer le agradará, pero al final era complicado.

A pesar de todo Neji no consideraba a su nueva madrastra como el accidente que marcó el curso de su destino, sino la niña que trajo con ella. Su hija.

Sakura Haruno, quien sería su hermanastra fue el 9/11 de su vida. La conoció el día que los padres de ambos anunciaron su compromiso y nunca olvidaría la expresión sorprendida y nada feliz que la niña puso cuando escuchó la noticia. A él tampoco lo alegró en lo absoluto, pero al menos supo disimularlo bien.

"Espero ser un buen padre para ti Sakura, me esforzaré en ello" había dicho su padre a lo que ella simplemente asintió lentamente para después dirigirle una extraña mirada a su madre.

Su nueva hermanastra había lucido mayormente cansada y triste durante toda la boda. Aún a sus 9 años, con su vestido color lavanda y su cabello rosado adornado por una pequeña corona de flores, no lucía para nada tierna, sino amarga y solo un ojo observador como el suyo se dio cuenta de ello seguramente.

Atribuyó el humor de la Haruno, quien conservaría su apellido a diferencia de su madre, a que era pequeña y debía molestarla ver a su madre remplazar con otro hombre a su padre. Pero intuitivo como siempre, sabía que había algo detrás.

— ¿Tanto te molesta mi padre? — le preguntó cuándo la encontró comiendo pastel sola ignorando a los demás invitados.

Mirándolo por primera vez a los ojos desde que se conocieron Neji reconoció un verde aún más hermoso, aunque igual de intrigante, que el de su madrastra en sus grandes ojos infantiles. Ella tomó un momento para meditar su respuesta y él creyó que no contestaría.

—Se ve que es bueno — pero lo hizo, y fue muy simple al respecto.

Con el paso de los días comenzó a darse cuenta que de la misma manera en la que él se sentía incómodo cuando su madrastra se dirigía a él, Sakura sentía algo parecido con su padre. Para él, que lo conocía de toda la vida, la renuencia de la niña a acercarse a su padre era un hecho inconcebible. Él era el papá modelo, un hombre maravilloso, ella debería estar agradecida de que ahora también fuera su familia.