El Chico Invisible Para El Mundo [PJM]&[MYG] (Yoonmin)

제 19 장

~Play vídeo~

(Me tiro en la cama) 

—¿Es posible que un sentimiento pequeño, se convierta en uno muy fuerte en tan poco tiempo? Hoy no es domingo, en realidad es lunes, pero quería hacer un vídeo solo para contar esto.

(Me levanto y miro a la nada sonriente)

—Porque mi corazón a cambiado de dueño en poco tiempo.

(Miro la bonita pulsera de mi muñeca)

—Dicen que las apariencias engañan, no lo voy a negar, no puedo hacerlo. Sabes a lo que me refiero, bueno a quién me refiero.

(Me vuelvo a tirar en la cama)

[Narración de la cita]

Acabé la grabación y me prepararé. Cuando ya estaba listo fui hasta la entrada nervioso. Pronto llegaría Suga y cada segundo que pasaba me ponía más emocionado.

El timbre sonó y me apresuré a abrir, Suga se sorprendió por la rapidez aunque mostró su bonita sonrisa. Llevaba un gorro gris y el cabello de un rubio cenizo, y a ese paso se iba a quedar calvo de tantos tintes.

Salimos listos y recorrimos calles. Todavía era de día, pero era temprano. Hablando de cosas banales de la vida hasta llegar a un bonito restaurante tradicional. Antes de entrar le pedí un pequeño favor a Suga.

—¿Puedo sacarte una foto? Es que apenas tengo cosas tuyas.

—¿Una foto?

Se quedó pensativo y asintió feliz. Le hice señas para que sonriera y así lo hizo.

Saqué la foto y entramos. Estaba bastante desierto, pero eso no le quitaba calidad, todavía falta tiempo para la hora de cenar. La idea de venir temprano había sido de Suga, así habría menos gente que nos pudiera molestar, y a su vez menos posibilidades de que alguien lo viera a él conmigo. Dijo que por mi seguridad y yo no se lo negué.

Pedimos y me quedé mirándolo atontado. Pestañeó al verme así e hizo señas para traerme de vuelta del pequeño trance en el que estaba. Agité mi cabeza y me sonrojé avergonzado. Puso su mano sobre la mía y soltó una pequeña risita. Aquella faceta de Suga era la que yo quería, como un gatito tierno.

—¿Por qué te ríes? Acaso crees que soy cómico—dije como él había hecho en otra ocasión.

—Cómico no, pero adorable sí—dijo sin apartar la mirada de mí.

Me sonrojé todavía más y tapé mis mejillas con la palma de mi pequeña mano. Sonrió y apartó mi mano de la mi cara.