El Chico Invisible Para El Mundo [PJM]&[MYG] (Yoonmin)

17 장

[Despausa narración]

—Jimin... Yo...

—¡Suga hyung basta ya! ¡Dímelo y si no vete!

—Si te hubiera dicho que era yo me habrías bloqueado al momento...

Negué secando las lágrimas que volvían a caer. Agaché la mirada fijandola en sus zapatos.

—Por favor, deja de llorar, yo no quiero hacerte llorar, por favor... —dijo con voz suave.

Se acercó y depositó sus labios sobre los míos. Fue lento, como todo en él y lo disfrutaba pero el enfado y furia que sentía me superó y me aparté brusco.

—No me gustan las mentiras. Fuiste cruel conmigo y después dulce. Me hiciste sentir cosas sobre una mentira ¡No quiero volver a verte! Si realmente no quieres hacerme llorar desaparece de mi vida.

—Jimin... Lo siento...—susurró triste.

Me levanté empujándolo y provocando su caída. Gruñó al aterrizar contra el suelo y me observó enfadado. Lo miré mal y lloré con más fuerza porqué realmente me dolía.

—Otra mentira, una vez dijiste que tú no te disculpabas, así que supongo que también es mentira... Adiós Suga...

Me alejé dejando a Suga en suelo sorprendido y enfadado, recibí varias llamadas suyas, algunas con mensajes. Él pidiendo perdón o dando explicaciones. Pero no estaba para escucharlos.

Lo ignoré, durante días y seguí con mi rutina intentando no pensar en él ni en nada sobre lo sucedido el lunes. Aunque fue complicado, el estrés de las clases y el trabajo servía de distracción. Pero todo se Vino abajo cuando salí de trabajar el viernes.

Suga estaba esperando en la puerta con una bolsa de regalo de color blanco opaco. Tenía curiosidad de que había dentro, pero tampoco quería saberlo. Al verme me la ofreció y la miré, no quería cogerla, aunque al final la acepté. Suga se inclinó agradecido y comenzó a caminar alejándose de mí.

—¡Espera! Ne-necesito hablar contigo—le grité mientras corría a su lado.

Se giró y me observó sorprendido. Agachó su mirada, parecía arrepentido.

—Si quieres hablar, mejor lejos de sitios públicos...

—Podemos ir a mi casa—solté sin pensar.

—¿Estás seguro?—. Asentí—. Vamos entonces.

Me sentía extraño caminando junto al él, y más cuando llegamos y me observaba en silencio mientras abría la puerta de mi apartamento. Dejamos los abrigos en la entrada y lo guíe hasta el salón. Dejé la bolsa sobre la mesa y suspiré.

—Quiero preguntarte algo, y me gustaría que fueras sincero. Se tal vez es mucho pedir...

—Jimin, pregunta ya. Seré sincero...

—¿Eres como te mostrabas en los mensajes?

Lo observé, cada movimiento que hacía, se frotó la nuca y despeinó su cabello.

—Depende del momento y la persona con la que esté.

—¿Eso es un sí?—. Asintió— ¿Por qué me besaste?

—No lo sé. Lo hice y ya...

—No se puede jugar con los sentimientos de las personas...

—No estaba jugando. No sé porqué hago todo esto. Todo es muy confuso, y la verdad lo haces muy complicado por lo buena persona que eres.

—¿Puedo confiar en ti?

—Ni yo mismo confío en mí, así que no te puedo decir sí.

Agaché la mirada y subí mis pies al sofá abrazando mis rodillas. Me quedé en silencio durante unos segundos pensativo.