Introducción

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Mamá: Entonces hazlo! Matame con tus propias manos!

Me desperté agitada. Me había vuelto a quedar dormida en la silla junto a la cama de Eri. Era plena noche, y hacía bastante frío. Me levanté de esa vieja silla y la tapé con unas mantas de dentro el armario. Incluso cuando estaba dormida parecía estar sufriendo. Como había acabado allí? Todos somos unos monstruos, y ella no merecía esto. Pero que iba a hacer, desobedecer al hombre que me trajo aquí? Ojalá fuera tan facil, pero el concepto de bueno y malo no existía en mi cabeza.

Me volví a sentar. No tenía mas sueño, así que me dediqué a leer un libro iluminada por una pequeña lampara para así no molestar a Eri. Era la quinta vez que lo leía, siempre la misma historia, aburrida y empalagosa. "La princesa vuelve a ser rescatada por el principe", como si eso existiera. Un héroe acaba con los villanos, no los salva, y yo no iba a ser la exepción.

Eri: _______, no vas a dormir? -se giró y me miró con preocupación, incorporandose en la cama y así destapandose-

_______: Eri! Debes descansar, te molesta la luz?-la tapé nuevamente-

Eri: No, es solo que siempre me cuidas, y yo no puedo hacer nada... si solo pudiera hacer algo...

_______: No tienes que preocuparte por mí. Quieres que te haga otra figura?

Eri asintió con la cabeza. Del cajón de la mesita de noche saqué una roca. Con mis hilos afilados corté la piedra y le dí forma de caballo. Eri solo miró lo que hacía con la misma seriedad de siempre. Le dí la figura, esperando que esta vez dijera algo mas.

Eri: Gracias, te ha quedado muy bien.

Esas palabras no se justificaban con la tristeza que abundaba. Desde que he estado cuidando de ella no he podido sacarle ni una sonrisa. Pero, como alguien tan podrida como yo podría hacer eso? Solo sofocaba el espacio con mas oscuridad. Ella no se merecía esto, y por mas que lo decía nada cambiaba.

Eri: Chisaki volverá mañana, no?

Que estaba haciendo? Es solo una niña, y solo hago como si fuera una muñeca, como si fuera un juego. Se escucharon pasos, seguidos de una luz en el pasillo. Tanto Eri como yo sabíamos lo que tocaba. Se vovlió a tumbar mirando en la dirección contraria y yo me concentré nuevamente en el libro.

Chisaki: Que haces aquí?

_______: Solo supervisaba.

Chisaki: No tienes que supervisar nada, esta bien. Me la llevo. -se acercó a la cama-

_______: No! -me levanté de golpe- Todavía no ha descansado lo suficiente.

Fué la primera excusa que se me vino. No quería que se la llevaran, aunque llegaba un punto en el que era inevitalble. Aunque yo solp era una hormiga a los piés de mi superior.

Chisaki: No ha descansado suficiente? Ha tenido tiempo de sobras, o acaso no ha dormido por otras razones?

_______: N-no es eso... -agaché la cabeza y pensé en algo rapidamente- Yo la he molestado y no ha podido des-

Eri: Ya me he recuperado... -dijo en un susurro-

Chisaki: Entonces ven. -le agarró la mano y se dirigieron a la puerta- Por cierto _______, no estas aquí para jugar a papás y mamás. Deberías estar entrenando sin parar, se te ha olvidado ppr que estas aquí?

_______: Por supuesto que no...

Chisaki: Entonces ya sabes lo que toca.

_______: Sí.

Se fueron de ahí. Eri disimulaba su miedo con una mirada perdida en el suelo. Cojí mí mascara, me la puse y me fuí de ahí. "La princesa vuelve a ser rescatada por el principe", que chiste mas bueno.



BNHA x lectoraWhere stories live. Discover now