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Esperamos a nuestra parada y, cuando bajamos, hicimos el trayecto que faltaba hasta la UA a pié. Como todavía estaban adormilados, el camino fue aún mas tranquilo que en el autobús.

Uraraka: Ya hemos llegado!

Dejamos todas las bolsas que nuestros brazos permitieron llevar justo al poner un pié dentro del edificio. No eran muy pesadas, ya que los objetos grandes que compramos para mi habitación serían transportados hacia aquí en camión, pero igualmente, al llevarlas todo el día encima de un lado a otro, nuestros brazos empezaban a debilitarse. Rodeados de todo ese montón de bolsas, Yaoyorozu y Shoji nos recibieron con un vaso de agua fresca. Después de eso, Shoji cogió todas las bolsas que cargamos cuyo contenido era para mi habitación, y las llevo hacia esta.

Midoriya: Yaoyorozu -dijo llamando su atención mientras se mantenía a mi lado- tu sabías bastantes idiomas, verdad?

Yaoyorozu: No digas eso! -se sonrojó ante el aprecio de su gran conocimiento- Solo se alrededor de siete -dijo como si nada-

Midoriya: A lo mejor puedes ayudarnos -medio un golpecito para que sacara el móvil-

_______: Sabes lo que pone? -dije acercándome mientras ya empezaba a mostrarle la pantalla-

Yaoyorozu: Mm... diría que está en francés... dejadme ir a buscar el diccionario.

Dicho esto se fue casi corriendo hacia las escaleras. Volví a voltear el móvil para ver la pantalla. Francés? Porque estaría en francés? Pero, esperando a que por arte de magia al saber el idioma se me aclararían las ideas, seguía sin entender ni una palabra, al igual que Midoriya. 

Midoriya: Voy a ordenar mis bolsas, te dejo en buenas manos.

Dicho esto se fue, dejándome sola en el salón con el teléfono entre mis manos, sin saber que hacer. Volví a mirar la pantalla por cincuenta veces consecutivas, esperando una señal. Alguien me quitó el teléfono de las manos, pasándolo por encima de mi cabeza haciendo que siguiera el objeto. 

Bakugo: Introduzca una contraseña de bloqueo -dijo dándole al botón, traduciendo la frase en segundos.

Un teclado con números apareció en la pantalla que todavía sobrevolaba mi cabeza. Bakugo volvió a bajar el móvil a mi altura y la sacudió levemente, indicándome que lo agarrara. Que contraseña debería poner? Sin pensarlo mucho mas, le dí al uno. No era suficiente? Y se le daba al dos también?

Bakugo: Tsk, eres tonta o que? 

Volvió a quitarme el aparato y se puso a mi lado. Sujetando el teléfono con una mano y poniéndolo entre los dos para que viera sus movimientos, introdujo 1 2 3 4. La pantalla cambió nuevamente. Ahora había una especie de lista.

Bakugo: Tienes que poner la hora.

Giré la cabeza en busca de un reloj, sin obtener resultado alguno. 

Bakugo: Ven, anda.

Empezó a caminar hacia las escaleras de los chicos a paso acelerado y yo le seguí por detrás. Subimos hasta llegar a su habitación. Antes de abrir la puerta me miró y suspiró, e inseguro abrió la puerta. La cama estaba sin hacer y tenía toda la vestimenta desordenada por la habitación. La mesa estaba llena, desde papeles y libros hasta vasos y platos. No logré ver nada mas ya que cerró la puerta, haciendo que mis cabellos se movieran.

Bakugo: E-espera un momento.

Volvió a entrar, dejándome fuera. Aproveché para mirar los pasillos, pero eran iguales que los nuestros. Antes de que la puerta volviera a estar abierta se escuchó un golpe en la pared de mi derecha. Me indicó que entrara, con la habitación esta vez mucho mas limpia y ordenada. Miré hacia la derecha y el rastro de un puño en la pared llamó mi atención.

BNHA x lectoraWhere stories live. Discover now