______: 498, 499, 500!
Estaba tan acostumbrada a golpear el muñeco no me dolían los músculos, incluso se podían ver diversos agujeros en la cabeza de este. Llevaba toda la mañana practicando, dando puñetazos sin parar contra esa cosa, aunque los puños de poco me iban a servir a mí. Mi meta diaria? Romper la pared de un solo golpe. Después de partir la mesa y el armario era la única superficie disponible. Me acerqué a esta mientras estiraba mi hombro dando círculos. Conté hasta tres y con un golpe seco y rápido pude ver lo que había en la habitación de al lado. Debería cambiar el objetivo.
Salí de la sala de entrenamiento y me dirigí hacia mi habitación. Era bastante simple: una cama, un armario con solo un par de conjuntos, un espejo y un pequeño baño con ducha. Me duché, deshaciéndome del poco sudor que había creado. Me volví a poner la mascara con forma de pico y salí de ahí cerrando la puerta con llave. Después de comer practicaría con mi quirk.
Me fui a la sala general, y de la pequeña nevera saqué unos fideos instantáneos. Este lugar era bastante grande, y parecía que viviera sola. Los preparé sin mucha dilación y, sentada en la mesa, comí mientras miraba la televisión. "Acto heroico de Endeavor al entrar en..." no me interesaba para nada, pero el silencio que generaría sin una voz de fondo no me gustaba. Endeavor salía con mas frecuencia últimamente. No sabía lo que pasaba fuera de aquí ni me interesaba, pero tenía entendido que ahora era el héroe numero 1.
Chisaki: Estúpidos niñatos... -dijo entrando tocándose la cabeza con irritación-
_______: Que ha pasado? -sinceramente tampoco me importaba, pero era extraño verle así-
Chisaki: Eri ha visto a dos niños supongo que héroes en el final del callejón.
_______: Quieres que me encargue?
Por dentro deseaba que vinieran a ayudarla, que la sacaran de ahí, pero mi trabajo era mi trabajo, y sin ese trabajo no pintaba nada ahí.
Chisaki: No, seguro no son un gran problema. -asentí un tanto aliviada.- Voy a ir con Eri, ya sabes lo que toca.
Volví a asentir y abandoné el lugar después de recoger lo que había usado. Esta vez fui fuera, en el patio junto a la sala donde estarían Chisaki y Eri. Si aparecía algún héroe, podría llamar su atención gritando, o a lo mejor podía volar, entonces le señalaría la sala, se llevarían a Eri, y estaría a sal-
Eri: _______? Q-que haces en el patio?
_______: Hoy quería entrenar fuera.
Chisaki cerró la ventana por donde Eri me habló, separándose así del mundo exterior.
Activé mi quirk. Nunca había pensado algún nombre de villano o para el poder. Tampoco era necesario ponerle un nombre extravagante o peligroso. Solo era yo y mi quirk. Lo heredé de mi madre, por así decirlo. Me permite cortar cualquier cosa, con o sin vida, con unos delgados hilos que salen de la punta de mis dedos. Antes solo podía usar una mano, ahora ya puedo manejarlo con ambas. Me dediqué a cortar trozos de madera con diferentes formas y cada vez aumentando mas la velocidad, hasta poder convertir ese trozo en polvo de un solo movimiento. He conseguido esa habilidad al entrenar diariamente, pero casi ni la uso. Para que me sirve, cortar zanahorias?
Los días pasaron y nada cambió. Siempre la misma rutina. Me levantaba al lado de la cama de Eri tras haber estado casi toda la noche despierta, entrenaba por la mañana, comía, entrenaba por la tarde, y volvía con Eri.
Chisaki: _______, hoy cambiamos planes.
_______: Planes?
Chisaki: Hoy nos atacan.
