Siempre...
Siempre me he preguntado una cosa.
Siempre he querido saber...
¿Qué es lo que hace especial a alguien?
Un nombre, un apellido, una cualidad...
Mi nombre es Midas. Seguro que ya lo has oído alguna vez. Pero... ¿y si te digo que ese nombre sólo es una cortina para olvidar todo lo que me persigue?
Sí... mi verdadero nombre no es Midas. Pero es el único nombre que me hace sentirme como una persona real.
Aunque... tampoco sé si me puedo considerar como tal. He cometido demasiados errores a lo largo de mis veintitrés años de existencia. Seguro que piensas que era más mayor, pero no sé qué más quieres que te diga. De hecho, remontándonos... veintitrés años atrás...
Vi... vi ese día...
Ese día en el que comencé a existir. Ese día en el que supe que no debía estar en este mundo.
Recordar esas imágenes... me hace ver que, quizá y solo quizá, antes todo no era tan malo.
Veía a mi madre... sonriente teniéndome con ella. Recostada sobre una camilla de hospital.
Me mecía suavemente, y esbozaba esa sonrisa maternal que en realidad significaba que nunca se alejaría de mí.
No recuerdo desde mi perspectiva que pasó aquel día. Es algo que una persona con pocos segundos de existencia no debería ser capaz de recordar, lógicamente.
Mi madre sonreía como si fuera la persona más feliz en toda la faz de la tierra, y probablemente así fuera...
Pero... pero llegó ese momento en el que todo se torció.
Los médicos se alteraron y mi madre también. Pronto dibujó en su rostro una mueca que mezclaba tristeza, preocupación y sorpresa. El resto de personal no conseguía quedarse quieto.
Uno de ellos se acercó a mi madre y me arrebató de su lado. Suavemente, claro, si no me hubiera matado en el acto.
Examinó... examinó las puntas de mis manos. Tras devolverme a su regazo, le contó algo que, incluso hoy en día, aunque no lo haya podido escuchar, sé lo que dijo. Provocó que mi madre se tensara, mientras otro de los funcionarios le tendió un informe.
Como para no recordar...
Lassen S. Reynolds.
Día de nacimiento: 7/11
Lugar: Kaep' Doctors
Causa de informe: Enfermedad de nacimiento
El bebé padece "síndrome del toque dorado", enfermedad rara no hereditaria que padecen una de cada ocho millones quinientas mil personas. Este es el primer caso conocido. No se tienen más datos de la enfermedad.
Mi madre lloraba. No sabía a lo que se enfrentaba. Yo... yo tampoco..
Incluso hoy que recuerdo esto... me parece extraño todo. Ese nombre que me estuvo persiguiendo durante tantos años... incluso ahora, que todos me conocen... bueno, conocían como Midas, no lograba desparecer de mi mente.
Dos días pasaron hasta que mi madre pudo salir de la clínica recibiendo el alta, conmigo, lógicamente. De mi padre no hubo rastro en el hospital, nunca fue una persona muy familiar. Se encontraba escondido debajo de un traje del cual no se desprendía nunca, solo ante su esposa y, de vez en cuando, sus hijos.
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Fortnite 0: Historia de una leyenda dorada
Fanfiction"Todos piensan que el oro sí que da la felicidad, pues, ¿a quién no le gustaría vivir rodeado de riquezas? Pero... ¿y si esas riquezas fueran tu mayor enemigo? ¿Y si lo único a lo que te llevan esas riquezas es a tu fin? Nadie te puede explicar esto...