Segundo capítulo, mente

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Las manos me tiemblan y la musica de la televisión retumba en mis paredes como un corazón latiendo, pero sin sonido. Sin sentimientos, como a veces le pasa a el mio. Se agota, de las risas, de los gritos, de las patadas, de las memorias, de los recuerdos.

Se agota de tal manera, que a las lágrimas le cuestan salir.

~Flash Back~

- Belan ten cuidado.

- Carla no tengo tres años, no me van a secuestrar - Y por mis ojos pasan detalle a detalle, suspiro a suspiro todo.

- ¿Y si te pasa que hago?

- Sigues tu vida, nadie es imprescindible para nadie.

~Fin Flashback~

Ahora me doy cuenta... Tantas fantasías con un para siempre durante todas las horas del día, para que en un minuto desaparezca cualquier ilusión.

Ahora me doy cuenta de cómo son las personas.

Abusadoras = Necesitan a gente detrás suya, aun que no vayan a hablarle en la vida, sus secuaces que le hacen todo lo que quiera.

Yo fui una secuaz, me manipulaba de tal forma, de tal manera que lo hacía. Ir a por una toalla, el cargador, un peine, los deberes... Un claro día de verano me di cuenta por su forma de llamarme, sus insultos todavía suenan en mi cabeza, llego a entrar tan dentro mía...

Que me lo creí, tan ilusa fui... Tan ilusa soy...

'Ten cuidado la amistad es cosa de dos, cuando se convierte en una de solo una persona todo cambia'

Y así es ¿no? Tu puedes querer mucho a una persona, que si él no siente lo mismo, todo se congela con viento frio del invierno.

Me pasó ya varias veces que el compromiso se ante ponía a cualquier sentimiento.

Veo una sombra.

Era la de la ventana. Me calmo.

La mente lo es todo, cree estupideces que te llevan a consecuencias malignas. Mírame, aquí en una pequeña oscura habitación por pedirle el caramelo a un hombre ya que mi madre no me daba y pensé que ese hombre podía ocupar su puesto.

Mírame, que cada cosa que hago, aun que esté sola me parece que alguien me observa y lloro de la impotencia que me da poder hacer cualquier paso en falso y fallar.

La mente loca que te destroza por dentro poco a poco, te hace sentir más débil que los demás, más acomplejada, más temblorosa.

La mente, como la mía, no le deseo a nadie mi mente, tan ajustada a lo que ve, tan imaginativa, tan ilusa, tan espaciosa que nada se olvida, cada palabra que te hizo daño, cada momento de lágrimas guardado como el libro que nunca quisieras escribir.

Como este libro.

Como estas descripciones.

Como yo.

Vivir para morir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora