✧ Capítulo : [24]

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Irritada y con los impulsos a mil, espero a que los empleados sin escrúpulos, salgan de la sala para desatar esta terrible ira que me prende fuego

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Irritada y con los impulsos a mil, espero a que los empleados sin escrúpulos, salgan de la sala para desatar esta terrible ira que me prende fuego. Aun cuando continuaba menospreciándome y ocultando hechos del pasado, yo estaba aquí, creyendo que quedaba un poco de corazón en una mujer tan fuera de si.

Que ingenua puedo llegar a ser.

Escondida detrás de la pared que da entrada a un espacio amplio con decoración antigua, una mesa extensa de vidrio, con un mantel sumamente decorado de color oro y blanco, sillas extravagantes con la misma gama del mantel, alfombra carmesí, candelabros extravagantes y jarrones finos de porcelana, dan lugar a la escalera que conlleva a las tantas habitaciones.

Desde aquí, contemplo el panorama todos están divirtiéndose, riéndose entre si, decidieron romper el hielo con una botella de vino tinto fino, la sonrisa de esa bestia refleja grandeza y superioridad, cree dominar al mundo con solo un dedo. O al menos eso quiere, con la copa de cristal en mano, choca a las demás prosiguiendo con un discurso, para al final tomar con cierto toque de autoridad. Es increíble lo falsas que pueden llegar a ser, este tipo de personas que solo respiran dinero, despide a cada uno con dos besos, para así desearles que tengan una linda noche.

Desesperada voy a zancadas hasta el sillón blanco, en donde está postrada con las piernas cruzadas, saboreando el dulce poder de la victoria, doy a relucir un carácter bastante explosivo, tanto que capta mi presencia con solo dar los primeros pasos.

—Por favor, no vengas a arruinar este momento de triunfo con tus reproches. —Advierte revoleando los ojos para después continuar sumida en un éxtasis que goza.

Pensando en corromper ese momento de oscura felicidad, procedo cayéndole encima, con las crudas palabras que de alguna manera podrían llegar a dañarla.

Es hora de que pruebe una pizca del dolor que tanto me ha hecho sentir.

—¡Dejaste que esa gente idiota hablara mal de mi, tu hija como si nada! —Gritó alterada sintiendo como me hierve la sangre.

—¿¡Y que esperabas!? —Responde igual de prepotente parándose enfrente. —¿Querías que te festejara por entrar igual a una sucia de calle?

—Claro por eso pensaste... ¡oh genial vamos a dejar que se burlen de ella, total se lo merece! —Digo destrozada pensando aún en un sincero cambio de madre a hija.

—¿Por qué no debería pensarlo? no es culpa mía que seas tan idiota.

—¡Eres una basura! —Atacó dolida apretando con odio mis nudillos. — ¡Ni siquiera piensas en defenderme, siempre me tratas como una maldita estúpida! —Insulto con verdades avanzando hacia adelante provocándole una reacción de cobardía.

Ese rostro malvado, presenta miedo por la ferocidad que desprendo, sin ninguna clase de pudor, olvidó el significado de la palabra respeto.
Termina chocándose contra la puerta, del susto deja caer la copa de vino al suelo, haciendo que esta estalle en mil pedazos y el líquido se derrame por todas partes, incluyendo el vestido que lleva puesto.

Mi Bella Imposible (EN ARREGLOS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora