Capitulo 9

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Antes de empezar, voy a aprovechar este espacio para promocionar la mini novela que estoy escribiendo. Apenas llevo cuatro capítulos y en borradores tengo dos, pronto las publicaré. Es un intento de comedia romántica, vkook. espero se animen a leerla.

hasta aquí mi reporte Joaquin.


La tarde con el castaño fue extraordinaria

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La tarde con el castaño fue extraordinaria. Justo después del incidente con el jugo, TaeHyung se ofreció darle una pequeña ayuda a Kook para que este terminara de limpiar y arreglar su casa. Ambos limpiaron al ritmo de las playlist de JungKook con bailes animados y bochornosos.

La tarde se pasó en risas de ambos jóvenes, ¿Y como no? Si TaeHyung es un payaso andante.

Merendaron y hasta vieron películas juntos, Siempre había uno que otro tartamudeo de Kook como es costumbre, o también algunos tropezones, cosas rotas, palabras mal pronunciadas e incluso silencios sepulcrales. Pero la mayor parte del tiempo fueron risas.

—Ya debo irme JungKook, pero me encantó pasar la tarde contigo.— Se despidió TaeHyung sosteniendo el asa de la mochila y regalando le una cálida sonrisa a Kookie, que como era de esperarse se sonrojó.

—Um...Hyung, gracias a usted...digo, a t-ti, por acompañarme.— El azabache hizo una reverencia despidiéndose de su mayor quien cruzó la puerta de espaldas sin dejar de ver a el de lívida tez, tropezando por los escalones en el proceso. —¡Aigo! ¿Hyung esta bien?

El castaño se irguió de manera rápida tratando de disimular, aunque ya no importaba pues JungKook ya lo había visto.

—E-estoy bien. Alzó el pulgar y sonrió como si nada hubiese ocurrido.

Al final se fue soltado maldiciones y sobando su trasero, ya que este resultó afectado.

El de negruzcas hebras cerró la puerta a sus espaldas y estalló en carcajadas tirándose en el suelo cual niño pequeño. Si bien no se había reído de su Hyung cuando cayó fue porque el tampoco lo hizo cuando le ocurrió lo mismo, pero ganas no le faltaron.

Limpio una lagrima falsa y se levantó con la respiración agitada y la barriga doliendo. ahh, su Hyung era tan gracioso.

El estomago del chico rugió, y es que entre tantas risas le entró hambre, pero recordó la temibles palabras de su madre: "Ni se te ocurra tocar mi cocina" Todo esto junto con una voz tenebrosa y melodía tétrica de fondo.

El chico de dentadura adorable tembló frente a su traviesa imaginación. 

Su barriga volvió a rugir, esta vez con mas fuerza, pero si no podía cocinar entonces que iba a hacer.

Tomó su celular, que descansaba en la mesita de centro y marco el chat de su amigo: WooYoung.


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