Habían pasado alrededor de dos meses desde que MiDo había llegado a aquella empresa, todo parecía transcurrir bien para el joven casado de veintiséis años, había soportado la tentación de manera exitosa y sin problema alguno. Su matrimonio marchaba de lo más tranquilo y sus impulsos por follarse a la candente secretaria habían disminuido considerablemente.
Ese día se encontraba disfrutando de un desayuno a lado de su esposa, después de tanto ajetreo y trabajo merecían pasar ese tiempo juntos.
—¿Qué tal el trabajo?
—Matador y desgastante – suspiró – Jungkook y Yoongi no paran de pedirme reportes para antes de fin de mes.
—Vaya, si que es agotador.
—¿Y tú? ¿Estás contenta viviendo aquí?
—Amo todo el lugar – bebió un poco de café fijando posteriormente sus ojos en los de su esposo – es tranquilo, espacioso y bastante acogedor.
—Me alegra que sea así.
Siguieron comiendo mientras platicaban de cosas triviales, el ambiente cálido y bromista entre ellos no se había perdido a comparación de cuando eran novios, todo seguía aparentemente intacto.
—Hobi, ¿Has pensado en tener bebés? – ella sonreía con emoción, mientras que Hoseok le miró con confusión – ¿Dije algo mal?
—¿Por qué preguntas eso ahora? ¿Acaso estás en estado? – una sensación de pavor le recorrió el cuerpo, misma que se esfumó cuando su esposa negó.
—Estamos casados desde hace más de un año y yo...– Yang jugueteó con su comida para después posar su vista en él – quisiera tener un bebé.
Hoseok dejó caer el cubierto sobre el plato un tanto molesto.
—Estamos bien así, YangMi.
—Imagina tener a un pequeño que te diga papá, Hobi – ella tomó sus manos – ¿Eso no sería maravilloso para ti?
Él se soltó bruscamente del agarre que había forjado su esposa.
—Aún quiero disfrutar mi matrimonio sin hijos, sin molestias.
—Hobi... –Hoseok azotó las manos en la mesa, asustando a YangMi.
—¡He dicho que no, carajo!
Se levantó hecho una furia, dejando a su esposa sola en la mesa. En esos momentos tenía como planes encerrarse en su oficina y no ver por ahora a su esposa, odiaba discutir con ella pero se sentía fuera de sí, no estaba preparado para ser padre y no quería seguir insistiendo en el tema. Por otra parte, YangMi revolvió su cabello con frustración, se sentía idiota ante la actitud de Hoseok, jamás se esperó que reaccionara de esa manera, le hubiese gustado que la alegría que tanto le caracterizaba se hiciera presente, sin embargo no pasó nada de eso. Suspiró tomando su teléfono para después buscar entre sus contactos a su mejor amiga y llamarla.
—¡YangMi! Que grata me es tu llamada, ¿Cómo estás?
—MiDo...– suspiró – ¿Podrías venir a verme? Necesito hablar contigo.
—¡Claro que sí! En una hora estaré tocando la puerta de tu casa.
—Así están las cosas – YangMi bebió un poco de té – no sé que hacer.
—Ya se le pasará, descuida.
—¿Crees que fui impertinente al proponerle eso?
—En realidad no – alzó sus hombros – si es tu deseo como mujer, adelante.
La puerta de su habitación fue abierta dejando a la vista a Hoseok con una expresión poco común en su rostro.
—YangMi, quisiera...– detuvo su hablar en cuanto vio la sonrisa ladina que le dedicó su candente secretaria.
—Buenas tardes, licenciado Jung – MiDo hizo una reverencia la cual él tardó en corresponder.
—B-Buenas tardes, señorita Do.
—MiDo, él es Hoseok, mi esposo – YangMi miró a Hoseok – supe que están trabajando en el mismo lugar.
—Si, lleva aproximadamente dos meses siendo mi secretaria.
Él observó a MiDo con atención, quien le dedicó un descarado guiño y recargó sus manos sobre su cara, haciendo que el contorno de sus pechos se marcara más. Mordió el interior de su mejilla intentando apaciguar cualquier acción estúpida que pudiera hacer.
Desde ese momento supo que estaba jodido.
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100 Ways ≈ JHS
FanfictionHay más cien maneras para olvidar un amante, y Hoseok las aprendió a la perfección poco después de que su esposa haya descubierto que le ha sido infiel desde hace algunos años.