Hay más cien maneras para olvidar un amante, y Hoseok las aprendió a la perfección poco después de que su esposa haya descubierto que le ha sido infiel desde hace algunos años.
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—Lárgate.
—YangMi, escucha – Hoseok tomó asiento junto a ella – es algo difícil para ambos.
—No, sólo es difícil para mí – soltó un quejido cuando quiso acomodarse – yo fui la idiota que confió en tí y en MiDo, gracias a tí arruiné mi vida, incluso pelee con mis padres por ti, ¿Y ahora me vienes con el cuento de que es difícil para ambos? No me jodas.
—YangMi, tengo que decirte algo importan... – nuevamente le interrumpió.
—¡No quiero escucharte joder! ¡Alteras a los bebés!
—¡Ellos ya no existen, carajo!
YangMi se quedó estupefacta. Un calor recorrió su cuerpo entero, las náuseas atacaron su garganta y sus ojos comenzaban a cristalizarse.
—¿Qué mierda estás diciendo, Hoseok? – susurró en voz baja.
Él cubrió su boca con una de sus manos, callando algunos sollozos que salían de su boca. Se acercó a ella y tomó su mano, derramando por fin algunas lágrimas, YangMi aún se sentía como si estuviera flotando, no sabía que ocurría.
O al menos ella no quería aceptar la verdad.
—Tuviste un aborto espontáneo, l-los niños estaban quedándose sin oxígeno y...
—Esto es una broma, ¿Cierto? – ella negaba incrédula mientras quitaba la mano de Hoseok de la suya – ¡Ésto es una maldita broma, Hoseok!
—¡No lo es, YangMi, no lo es!
Un silencio abrumador envolvió a la pareja. YangMi colocó sus manos sobre su rostro, sollozando de una manera desgarradora. Jung revolvía su cabello con frustración, mientras las lágrimas fluian sin permiso alguno.
—Mimi, ¿Estás bien? – YangMi volteó hacia la puerta, la furia podía observarse a través de sus ojos y sin importarle su cirugía y con mucha dificultad, se levantó de la cama tomando su tripié y a pasos agigantados se acercó hasta MiDo.
Alzó su mano y dos bofetadas aterrizaron en el rostro de la mujer.
—Eres una perra, una mala entraña, una zorra – escupió en su cara – una puta.
—¡¿Pero qué te sucede, YangMi?! – MiDo estaba indignada ante el comportamiento de quien se suponía era su mejor amiga.
—¿Disfrutaste el pene de mi marido? – ella ladeó su cabeza – ¿Te cogió rico? ¿Lo disfrutaste? Porque gracias a ti, prostituta barata, perdí a mis hijos.
—¿De dónde sacas esas conclusiones? ¿Tus amiguitos te metieron esas ideas?
—Yo lo ví con mis propios ojos – jadeó ante el dolor de la cirugía – tengo pruebas y créeme que puedo enjuiciarte a ti y a ese hijo de perra – señaló a Hoseok – por haberme provocado un aborto.
Ella no sabía si de verdad podría hacerse eso, pero quería sonar intimidante.
—MiDo, vete por favor – Hoseok caminó hasta YangMi, tomándola del brazo – no deberías estar aquí.
—¿Ahora te quieres comportar como el esposo preocupado? – ella comenzó a reír – por favor, no nos hagamos estúpidos y afronta tu responsabilidad.
—Vete, MiDo – YangMi nuevamente jadeó. Al calor de sus emociones no sintió absolutamente nada al levantarse, pero unos minutos después comenzaba a sentirse débil y sumamente adolorida – n-no te vuelvas a a-acercar a mi.
La sangre comenzaba a fluir nuevamente por sus piernas, sus párpados pesaban y su cuerpo se volvió frágil. Sin importar de quién se estaba agarrando, apretó la mano de Hoseok ante el dolor tan grande que estaba sintiendo. Su mente daba miles de vueltas, su corazón dolía y su pecho sentía una gran presión.
—YangMi, ¿Estás bien? – la mirada perdida de su esposa alertó al hombre, haciéndole sentir inseguro – ¡YangMi!
Por primera vez en muchos años sintió miedo, miedo de perder a la mujer más pura que conocía, la que le había brindado su vida entera y que él había desperdiciado en otra mujer que no lo valía. Sus brazos se posaron en la cintura de YangMi, corriendo hasta la camilla para colocarla ahí y llamar a un doctor.
MiDo observó con burla a su amiga, caminó hasta ella y pudo percatarse que la sangre seguia fluyendo de su incisión y que se hallaba inconsciente. Acarició su mejilla con el dorso de su mano, suspirando.
—Tu sufrimiento es mi victoria, mi querida mejor amiga.
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La historia está llegando a su punto máximo, espero la estén disfrutando.
