Tengo miedo

787 62 4
                                    

Otro hermoso día, un cielo azul inmaculado era el lienzo perfecto para unas simpáticas nubes que querían jugar con él, las abejas zumbaban cerca de las flores y viajaban para hacer su dulce miel para alegrar los corazones, las flores daban una colorida vista maravillosa para las personas, cada día era hermoso, no podías mirar al mundo y no agradecer por tan bellas postales... Lamentablemente no eran así para esta chica, los días habían pasado y cada amanecer era igual, Maki despertaba con esas náuseas y corría a vomitar al baño

Kikuko: Hija, esto no cesa, por favor ve al hospital para que te realicen un estudio, podrías tener una enfermedad seria, no puedes seguir así.

Maki: Supongo que eso haré... Es que es solamente por las mañanas... Pero tal vez tengas razón, hoy después de la escuela, iré.

Kikuko: Está bien, hija, me alegro, ahora baja a desayunar, ¿de acuerdo?.

Maki: Claro.

La señora salió del baño, Maki se miró en el espejo

Maki: (Pensando: No, no solo es en las mañanas... ¿Qué tendré?, espero que no sea algo peligroso... No quiero poner en riesgo nuestra participación en el Love Live).

Maki salió del baño y fue a su habitación a ponerse su uniforme para llevar a cabo un día más de escuela

En el grupo, las chicas estaban preocupadas, la pelirroja no podía completar un entrenamiento sin sentir náuseas o incluso vomitar, la moral general estaba un poco decaída, era inevitable por dos principales razones, la primera, Maki no dejaba llevar las prácticas con normalidad, todas se detenían para poder ayudarla, la segunda y más importante, todas estaban preocupadas por su salud, no podían ignorar el hecho de que Maki podría tener una enfermedad más seria de lo que pareciera

Honoka había sido en cierta forma, la más afectada, al ser la líder, era su deber el tratar de mantener a las chicas con el ánimo suficiente para seguir entrenando, siempre estaba tratando de animarlas y mostrando esa confianza en Maki y esa confianza en que todo estaría bien, obviamente ella también estaba preocupada, pero tenía que cuidar a sus compañeras primero, siempre era así, sin embargo, no podía dejar de pensar en Maki, no le gustaba verla de esa manera, trataba de confiar en ella cuando le decía que no era gran cosa y que pronto pasaría, Honoka le había dicho que se checara en el hospital de sus padres, Maki solo decía que sí, pero nunca decía nada más sobre el tema, Honoka no sabía si lo había hecho o no, además Maki le hizo prometer que no interrumpiría las prácticas, Honoka estaba muy preocupada por todo el asunto, la presión sobre sus hombros comenzaba a ser un poco agobiante

Honoka estaba en su habitación alistándose para ir a la escuela

Honoka: (Pensando: Maki... No puedo dejar esto así, debo insistirle para que vaya al doctor, incluso la llevaré yo misma si es necesario, podría tener algo que la ponga en peligro... No quiero que... No quiero que le pase algo malo... Maki...).

La pelijengibre comenzó a sollozar, su madre iba pasando cerca de su habitación, cuando escuchó los sollozos de su hija, abrió la puerta de la habitación de esta y vio a Honoka con sus manos en su rostro

Masumi: Honoka, ¿qué tienes?.

La pelijengibre trataba de controlar sus lágrimas

Honoka: Lo siento mamá, es que Maki-chan se ha estado sintiendo mal desde hace algún tiempo, ha estado sintiendo náuseas y vomitando, no parece mejorar, la verdad estoy muy preocupada por ella... No quiero que vaya a tener una enfermedad peligrosa, no quiero que Maki-chan esté en peligro.

La señora abrazó a su hija y esta correspondió escondiendo su rostro en el pecho de su madre para ahogar su llanto

Masumi: Tranquila, Honoka, tal vez solo sea una infección, no debe ser grave, si fuera algo peligroso, ella hubiera empeorado, además sus padres son médicos, si fuera algo grave, seguro ellos ya hubieran accionado, ¿no crees?.

Inesperada LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora