C A P Í T U L O 1
"Dramas de un rubio hueco".
- Buen día, hijo - saluda mi madre al verme bajar de las escaleras -. ¿Cómo dormiste?
- Bien, aunque me desperté por el ruido. ¿Pasa algo?
Ella frunce el ceño y desvía la mirada, pero luego de unos microsegundos vuelve a mirarme.
- Ah, si. Marizza estaba escuchando música. Estuvo así casi toda la mañana, que raro que recién la escuchaste.
Asiento, miro hacia la puerta de la cocina y me dispongo a ir a ver que hace mi mejor amiga. Pero antes, decido que tengo que desayunar algo, mi estómago lo pide a gritos.
- Bueno, en un rato voy a verla. Ahora muero de hambre.
Me acerco a mi madre y la beso en la mejilla.
- Dale amor, come que acá tenés el almuerzo. ¡Que raro vos levantándote después del mediodía! - dice sarcástica, una vez que tomo asiento frente a ella.
- Mis sábados son así, ya sabes - suelto una risita.
- Si, si ya lo sé. No sé como vas a hacer cuando regresen las clases, Pablito. Y mira que el horario es muy largo éste año.
- Son todos los años iguales, ma. No te preocupes. Además, falta un montón para arrancar las clases, recién es verano.
Digo mientras enfoco mi concentración de ardilla en hacer una tostada con manteca y mermelada de frutilla. ¡Mi favorita!
+++
Al terminar de desayunar, lo que fue un gran desayuno; Unas tostadas, chocolatada y jugo de naranja. Me levanté y fui a darme una ducha, lavarme los dientes y cambiarme. Ahora, me encuentro de camino a la cocina para ver que hace Marizza.
Desde la ventana puedo verla.
Mi mejor amiga se encuentra en su cocina con unos auriculares puestos, ropa de casa; Un short y una remera holgada. Y con su pelo corto -el cual se lo deja a esa altura desde hace aproximadamente un año- color chocolate, suelto. Está cantando mientras barre, y de vez en cuando usa el palo de la escoba como micrófono. Se ve realmente adorable.
Una risita escapa de mis labios con sólo verla así, tan simple y ella. Tan única e inigualable, hermosa, sencilla, loca y despeinada. Su belleza es distinta, no es como la de las demás. Ella tiene ese algo que llama la atención a donde fuera, así sea a los hombres como a las mujeres. Su cuerpo y rostro parecen hechos por un escultor, es arte por donde se la vea.
Mi mejor amiga es una obra de arte.
Vago en mis pensamientos mientras busco una botella de agua en la heladera, la tomo y comienzo a beber de ella. Éstas vacaciones van a ser muy largas sin mi mejor amiga conmigo. Ella se irá con sus padres a Brasil, mientras que yo iré a el muy divertido -nótese el sarcasmo- "Vacance Way Club", el club de vacaciones que se hace cada año en mi colegio, para los chicos que no se van con sus padres, por alguna razón, o que, por otras circunstancias, prefieren ir y pasarla con sus compañeros de todo el año.
Vuelvo a la ventana que tiene vista a la casa de los Andrade, y miro a mi mejor amiga. Dejo la botella de agua en la mesada.
Marizza sigue ahí, entretenida, pero de repente levanta la cabeza, me observa y sonríe mientras levanta su mano derecha en forma de saludo. Mi corazón palpita fuertemente mientras se lo devuelvo a lo lejos, con una sonrisa algo nerviosa y forzada. Ella me tira un beso como siempre y vuelve a lo suyo, sin darle más importancia a mi mirada atenta.
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Desde que te ví. ©
Romance¿Qué es lo que en verdad siento por ella? ¿Amor? Si, eso es. La amo. Amo a mi mejor amiga. Pero eso sólo yo puedo saberlo. (En proceso). [Prohibida la copia parcial o completa de esta historia] © Ella Méndez.