Chapter VI

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«Hermano, hermano, hermano»

La palabra se repetía en mi mente como un mantra, aún no podía salir de mi estupor, estuve tan sorprendida que fué lo único en lo que pensé durante toda la semana, Cameron no quiso decir nada y yo no pregunté. Pero, wow, jamás me lo hube esperado.

—¿Estás bien? —una voz grave y varonil se abrió paso entre la penumbra de mis pensamientos.

—Ah, ¿Qué?

—Nada, sólo, es que has estado sentada aquí desde hace un buen rato, ¿Te sientes bien o necesitas algo? —habia estado mirando hacia el vacío desde que salí de la escuela, sólo me senté debajo de un árbol y me quedé pensando, casi como un zombie.

—Sí, estoy bien, no sucede nada —el chico de ojos bicolor se sentó a mi lado.

—Tienes un bonito nombre, Hiley.

—Gracias, diría lo mismo, pero...

—Oh, cierto, discúlpame, —se aclaró la garganta y en sus labios bailó una linda sonrisa —mi nombre es Rake.

—Hablando de nombres únicos, el tuyo gana.

Sonrió mostrando sus dientes blancos, creo que nunca lo había dicho, pero yo amo su sonrisa.

—Tu nombre también es único, y tiene un significado especial.

—¿Sabes lo que significa? —arrugué mi ceño y le miré con extrañeza.

—La guardiana de la obra o palabra de Dios —dijo como si se lo hubiera aprendido desde siempre.

—Sí, ¿Cómo lo sabes?

—Papá es un poco aficionado con esas cosas —estiró sus manos y comenzó a tocar el césped, lenta y suavemente.

—Hmm, ¿Qué significa el tuyo?

—El heredero de la mano derecha del señor —Luego hizo como si lo pensara mejor —. O creo que era, "el que es hijo del exiliado".

—... Vaya.

—Sí, también pensé eso.

—Me gusta.

Él me miró de una manera que hizo que mi piel se erizara. Mi mano estaba cerca de la suya, bajé la vista y ví cómo acercaba su mano lentamente a la mía. Les digo una cosa, me encantó que haya decidido acercarse, me encantó que me dijera lo que significa su nombre, y sobre todo me encantó que tomara mi mano con tanta delicadeza.

Era tibia, suave, tenía callosidades en los lugares que sólo una mano de hombre debe tener. Pasó sus dedos entre los míos y apretó mi mano, como si no quisiera soltarme. Alcé mi vista, y él ya me veía.
Con nuestras manos entrelazadas, con mi corazón latiendo a un ritmo intenso, allí, me dí cuenta que él en realidad era la respuesta de todo y, que sus ojos no me hacían más preguntas, no me confundían, y era todo lo que yo había estado buscando.

Una burbuja nos encerraba siendo nosotros los únicos en el universo.

Nos miramos cómo sólo dos personas que nacieron para estar juntas se podían mirar, como si fuéramos una pareja de ancianos que habían pasado su vida entera amándose.

En su rostro caían mechones de cabello azabache sobre su frente, y la electricidad de éxtasis volvió a aparecer. Se sentía algo magnífico en el aire.
No había nada más en el mundo que no fueran sus ojos o los míos.

—Hiley —susurró y su aliento acarició mi alma.

Su cara se iba acercando más a la mía, creí que me besaría, deseaba que lo hiciera. Entre abrí mis labios, sentía su cabello oscuro que me hacía cosquillas en la frente, su nariz rosaba la mía.

C R O WDonde viven las historias. Descúbrelo ahora