CAPÍTULO 14

565 38 1
                                    

Desde que era una niña no era de las que mostraba mis emociones, la gente siempre me veía por ahí corriendo, saltando, riendo y siendo "feliz", aparentemente, sin embargo decirle a alguien como me siento (ya sea feliz, triste e incluso la palabra "querer" o "amar") es muy difícil para mi, no es que yo no quiera mostrar emociones o que no sé cómo hacerlo porque mis papás me trataron mal, porque no era cierto, creo que puedo decir que mis padres son los más amorosos que pueda haber en la Isla (obviamente no siempre ya que tenían su carácter y verlos enojados no era de mis favoritos), simplemente no me salía ser emotiva pero impulsiva sí y muchas veces eso a hecho que mis emociones salgan a flote, muy raro y contradictorio, lo sé pero lo importante es que tengo que dejar eso porque ahora está arruinando mis no emociones, hay algo que aprendí y que definitivamente tengo que hacer y es pensar antes de actuar o decir las cosas.

Eso me hubiera ahorrado la pelea con Evie en primer lugar.

Pero volviendo al tema de emociones, me di cuenta que Harry aunque siempre ande por ahí atemorizando a la gente y siendo un arrogante con todos, por dentro es alguien lleno de sentimientos que solo quiere recibir amor y mostrar su afecto por alguien al abrazarla y no sabía eso de él hasta que ayer que estuvimos en la cabaña y después de hoy, que aunque ya pasaron unos pocos minutos que baje de esa ventana y Harry solo me abrazo sin pedir explicaciones, en estos minutos solo se dedicó a acariciar mi cabello con una mano mientras solo murmuraba que esta bien llorar de vez en cuando, tal vez lo dijo porque en cuanto me di cuenta que estaba llorando quería seguir fingiendo que estaba bien, y que "no importa que haya pasado haya adentro, todo se iba a arreglar", me hubiera gustado decirle que realmente necesitaba eso pero desafortunadamente las palabras no salían de mi boca, supongo que será un gran camino hasta que por fin pueda decirle algo bonito.
Irónico, la hija de la reina de corazones (y las más cariñosa de la Isla) no puede decirle a alguien que agradece su apoyo.

– Creo que ya fue suficiente – le dije mientras trataba de separarme de él y quitarme las lágrimas.
– De acuerdo – me soltó y finalmente pude voltear a los otros dos que solo estaban esperando que el momento Harry-Caroline acabara
– ¿Ahora si ya nos vas a decir qué pasó? – la impaciente de Harriet preguntó y yo sin entrar en detalles le conté lo más importante, que el cetro de Maléfica estaba activo otra vez y que ellos iban atrás de eso con la máquina de Carlos así que teníamos que seguirlos porque si a mi no me interesaba para nada el cetro, si encontraban el lugar es que por ahí estaba la brecha en la barrera.

– ¿Quien viene? – les pregunté después de contarles y los tres alzaron la mano, ya parecían niños con esas acciones. Pero no les dije nada sobre eso, solo caminamos hasta que estuviéramos en un lugar donde ellos no nos vieran y nosotros sí para poder seguirlos a donde sea que esa máquina nos lleve. No tuvimos que esperar mucho porque unos momentos después pasó Carlos con su máquina en las manos y unos pasos atrás de él iban Evie, Mal y Jay, esperamos que pasaran y se adelantaran para que no nos vieran y después todo fue seguirlos por mucho tiempo a varias partes de la Isla sin ningún rastro de que la máquina quisiera dar una señal de que estábamos cerca al fin emitió un pequeño sonido y a parpadear, yo no lo vi ni escuché pero ellos me lo hicieron saber con su ruido de felicidad porque la máquina no estaba descompuesta del todo.

Durante todo el camino no fue más que Jay coqueteándole a Evie, ella rechazándolo y los tres que venían a mi lado burlándose de ellos sin reírse tan alto para que no los escucharan, después todos conociéndose entre ellos y hablando de su vida hasta que casi mueren de un susto porque vieron una sombra que resultó ser el gato de Carlos que se atravesó en el camino, Carlos jugó con el gato un rato hasta que siguieron caminando hablando de las mascotas que a todos nos dieron en la fiesta de Evie... A todos menos a Mal claro está.

Y seguimos caminado y caminando, ellos guiándose por el sonido y nosotros siguiéndolos a ellos hasta que llegamos a una parte de la Isla que nadie quería cruzar ya que estaba completamente llena de neblina y nadie sabía que se podía encontrar atrás de eso, nadie sabía que había ahí (ni yo que según ya había explorado todo), pero tuvimos que cruzar porque los otros cuatro lo hicieron, cruzamos la neblina y antes de salir decidimos quedarnos ahí a verlos, Harry se había asomado y nos había dicho que era el final de la Isla, un paso más fuera de la neblina y caíamos al agua y la verdad es que nadie quiere morir hoy así que preferimos quedarnos adentro, yo de vez en cuando me asomaba para ver lo que hacían porque solo podíamos escucharlos, en una de esas veces vi que Mal sacó un mapa y lo tiraba al suelo, en cuanto eso pasó se dibujó un camino de la Isla de los Perdidos, cruzando el mar y llegando a otra isla llamada Isla de los Condenados.

Ellos sabían desde un principio en donde estaba el Ojo del Dragón y yo creyendo que no tenían ni idea a donde ir.

Me volví a esconder solo para asegurarme que no me vieran y escuchamos a Mal preguntar sobre cómo se supone que pasarán al otro lado y después a Jay mencionar algo de duendes, no nos quedó de otra más que salir para ver en qué estaban, ya estaban llendo hacía otra dirección en donde claramente se veía un muelle con duendes descargando la basura de Auradon para dárnosla a nosotros, somos su basurero sin duda.

Vimos cómo ellos llegaban a muelle para empezar a sacar todo lo que pudieron de sus bolsillos y después ir con los del barquito para ver si los podían pasar, parece que nosotros también íbamos a dar un paseo.

– ¿Saben? Ya no estoy muy seguro si quiero seguir – oí la voz de Gil y todos paramos de caminar para verlo.
– Tu dijiste que querías venir desde un principio – le dije – pero si no estás tan seguro ahora, supongo que puedes regresar solo a tu casa – él se quedó callado porque obviamente no podía, nadie sabía el camino de regreso.
– Eso es chantaje – dijo después de unos segundos que empezamos a caminar en dirección al muelle otra vez.
– Tómalo como quieras – simplemente conteste sin verlo y seguimos caminando.

Llegamos al muelle y vimos cómo los cuatro se subían a un barco medio roto que apenas y aguantaba a los cinco (el duende incluido), ellos ya estaban cruzando el mar y ahora teníamos otro problema, ¿como íbamos a cruzar nosotros si nadie traía dinero?

————————

Se supone que este iba a ser un capítulo súper largo pero hoy recibí una noticia muy fea que me quitó las ganas de todo, estoy subiendo esto porque se los prometí y no quería dejarlos sin nada pero sinceramente no sé si mañana me sienta mejor para poder escribir uno nuevo.

Tratare de subir algo mañana sino hasta el miércoles.

The Red Queen (Harry Hook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora