CAPÍTULO 18

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Después de que mi mamá me diera una explicación rápida del porque nos regresamos a casa, la que resultó ser casi la misma razón por la que yo me quería ir, le tuve que decir porque estábamos en la casa y en resumen, nos mudábamos las dos.

Eso había sido ayer, habíamos ido por algunas cosas a la otra casa y hoy teníamos que ir por el resto, no era mucho pero todavía faltaban algunas cosas como también se necesitaba limpiar la casa de arriba a abajo ya que tenía demasiadas telarañas en la cocina y los cuartos así que mi mamá se quedó a limpiar todo mientras yo iba por todo lo que faltaba.

Harriet decidió acompañarme donde era nuestra casa por 10 años y ayudarme con las cosas.
Cuando mi mamá me habló de que nos cambiábamos por primera vez, nunca me dijo que esa no era la casa verdadera de la Reina Malvada, que era una cueva cualquiera pero al estar la Reina Malvada desterrada ahí, tuvo que hacer demasiados cambios adentro hasta que enserio parecía un castillo (de afuera nunca se mejoró nada, necesitaban ocultarse, no llamar la atención).

En fin, la Reina Malvada se iba a su castillo (el real) también así que esa cueva ya quedaba vacía por lo que no me sorprendí que al entrar no hubiera nadie y casi nada de muebles.

– Para que hayan decidido irse ayer se apuraron a sacar todo de aquí.

– De seguro mando a alguien por todo esto – solo le conteste y camine hasta el pasillo de los cuartos.

– No puedo creer que hayas vivido aquí la mayor parte de tu vida – Harriet iba atrás de mi pero iba viendo todo lo que aún quedaba adentro – hace demasiado frío.

– Te terminas acostumbrando – entré a mi cuarto – además, todo es de piedra, no esperabas que fuera caliente aquí.

– Pero que tampoco pareciera un congelador – ella entró atrás de mi pero ella seguía viendo que había.

No era mucho, una cama pequeña, un banco viejo a lado de la cama con una pila de libros (los de magia de mi mamá, con hechizos y todo eso) y el ropero de ropa con ropa (obviamente) y un cajón con algunas cosas de maquillaje que no era lo mejor pero algo es algo.
Al final del armario tenía algunas cajas vacías así que le pase una a Harriet para que guardara los libros ahí. Ella empezó a ojearlos mientras los metía y yo con otra caja metía la ropa que tenía en el armario. Toda era roja y negra.

– ¿Por qué tienes el libro de la Reina Malvada aquí?

– Yo no tengo nada de ella – Harriet estaba concentrada viendo el libro y yo me acerqué a ella porque no recordaba habérselo pedido a Evie alguna vez, era su libro favorito, lo leía una y otra vez.

– ¿Entonces que es esto? – me enseñó la portada, era rojo con los dibujos de una manzana en medio y ramas verdes con algunas espinas envolviéndola.

– No tengo ni idea que hace aquí, Evie nunca lo soltaba, pensé que se lo había llevado.

– Pues obviamente no fue así – siguió ojeándolo en lo que hablaba. Yo me regresé al ropero a seguir con la ropa.

– Debería regresárselo, es de ella.

– O tal vez deberías quedártelo – dijo después de un rato, yo estaba guardando cositas que tenía por ahí, como collares, aretes y cosas que tenía cuando era niña.

– No, eso no es mío – seguía guardando cuando un papel se interpuso en mi camino (literalmente), Harriet me estaba enseñando un papel.

– Se calló de el libro, parece que Evie te lo dejo – agarré el papel y lo leí.

"Sé que no me despegaba de este libro y era todo lo que tenía pero ya no lo necesito más, todo lo que dice lo tengo en mi mente así que ahora es tuyo

The Red Queen (Harry Hook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora