Si buscas buenas obras históricas has llegado al lugar indicado, aquí en este apartado tendremos reseñas de esas historias que nos han gustado y que creemos podría gustarte.
Las entradas publicadas aquí serán realizadas por el equipo de ficción hist...
El Imperio Romano hace tiempo que ha entrado en declive. Por orden del Emperador Diocleciano queda instaurada la «Gran Persecución» en contra de la fe cristiana. Alrededor de toda la región dominada por la ley de Roma, los templos cristianos son destruidos, sus escrituras quemadas y ellos son perseguidos y obligados apostatar o morir crucificados.
Pocos son los que mantienen su fe hasta al final. Pocos son los que terminan convirtiéndose en mártires. Bien pronto ella deberá elegir qué camino tomar; vivir siendo infiel a sus convicciones o morir de la peor de las maneras con su lealtad intacta.
Una alegoría a la fuerza de nuestras creencias ante la deshumanización de la crueldad del hombre. El poder de la mente y el alma en contra del dolor carnal. ¿Somos capaces de defender nuestros ideales ante cualquier consecuencia? ¿Vale la pena? ¿Eso nos convierte en mejores personas?
En toda historia siempre hay una empresa que lograr pasando por penurias. Nuestra protagonista Eulàlia desciende siendo una hija romana. Siempre se comenta que hay excepciones; mas no es su caso y pese a la protección de su padre todo se acrecienta cuando rechaza la mano de un general romano. Además de rezar a un dios al que veían como impío.
Vista como comentaban las fuentes es obligada a rezar a Zeus gran padre celestial. Más se negó obteniendo como respuesta latigazos y la visita de una Virgen roja de color carmín.
Aquella virgen era la misma a la que consideraba como la madre de Dios o era una diosa "pagana", pensaba que aun siendo la Virgen María tenía malas intenciones. Aunque si es así que motivó a liberar a Éulalia de una muerte segura.
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