Narrador omnisciente
Karen una pequeña de ochos años de edad; muy alegre y querida por todos del pueblo se acerca a su mejor amiga Vanessa para ir a jugar con los demás niños como ya es costumbre.
-¡Karen!- saludo Vanessa alzando sus pequeños brazos cuando vio a su amiga.
La mencionada sonrió al estar junto a la niña.
-Sabes los niños del pueblo dicen para buscar un tesoro en el bosque.- mencionó Vanessa muy emocionada.
-¡¿el bosque?!- grito Karen con temor- ir allá está prohibido, los adultos no quieren que vayamos, dicen que es peligroso.- habló con su tono normal de voz.
- no te preocupes iremos en el día, no pasará nada; además iremos en grupo- mencionó muy tranquilidad y confiada.
-No sé- respondió dudando- nana dijo que hay mucho animales salvajes que comen niños.
Vanessa sonrió.
- iremos armados, así acordamos con los demás.
-¿con qué? Los únicos que tienen armas son los mayores.
- me refiero a una olla o palo e incluso podemos coger la escoba de la casa para defendernos- mencionó muy animada- y como seremos varios no nos va a pasar nada.- aseguró.
- está bien- sonrio. La pequeña ya no tenia tanto miedo parecía un buen plan - ¿y cuando iremos al bosque?
- mañana a las 7, nos veremos todos en la entrada del bosque.
-¿y sabes que tiene el tesoro?
- muchas golosinas.- salto alegre con los brazos extendido.
- ¿solo eso?- pregunto en modo de queja y frunciendo el entrecejo.
- eso es mucho, nuestros padres no nos dejan comer tantas golosinas pero si encontramos el tesoro podemos comer cuando queramos.
- mi nana me da cuando le pido aunque no es mucho pero siempre me regala.
- vamos acompañame- suplico Vanessa- yo si los quiero.
- está bien- sonrió Karen por fin convencida.
- vamos con los demás para seguir hablando de nuestra misión de mañana.
Al llegar la noche los niños ya estaban muy decididos y era un gran secreto para los adultos como les había dicho la persona que les dijo sobre el tesoro.
Karen va a la casa de su nana a descansar porque sus padres suelen viajar y es por eso que ella está al cuidado de una joven de nombre Ana pero conocida como nana que normalmente los niños la llamaban así.
La pequeña comenzó a buscar el cucharon en la cocina; porque ella quería estar bien protegida por si se le caía la escoba ella tenía otra arma. Pero mientras ella estaba distraída su nana la descubre guardando el cucharon en su mochila.
-¿por qué guardas el cucharon?- pregunto la nana de forma tranquila mirando atentamente a la pequeña.
Karen miro a su nana asustada, la había descubierto, el plan lo iba arruinar por culpa de su descuido. La pequeña no sabía mentir delante de su nana o mejor dicho jamás le había mentido.
- no puedo decirte- mencionó triste.
- sabes que tú y yo no tenemos secretos
La pequeña bajo la cabeza decidiendo si decir o no.
-Es un arma para defenderme cuando vaya al bosque.- lloro. Lo había dicho y rompió su promesa con los demás niños.
- no llores- la nana se acercó y abrazo a la pequeña.- te quiero mucho y me siento feliz que me contarás pero te he dicho que el bosque es peligroso.- habló de forma tranquila dando suaves caricias en la espalda de la menor.
La niña la miro aún con lágrimas saliendo por sus ojos.
La nana le dio un beso en la frente.- ¿por qué quieres ir al bosque?
- por un tesoro.- respondió en voz baja pero si pudo escucharla.
- ¿tesoro?- pregunto sorprendida- ahí no hay tesoro, sólo animales salvajes.
-Pero..- Karen iba a contradecir a su nana pero la joven se adelantó.
- no vas a ir a ningún bosque. Tienes que prometerme Karen- mencionó sería.
A pesar de ser una persona joven algunas veces por ser seria las personas del pueblo veían que era una persona muy responsable. Por esa razón la familia de Karen dejaba a la chica con la pequeña la mayoría del tiempo.
- está bien te lo prometo- respondió la niña.
Nana sonrió contenta por aquella promesa, pues la pequeña siempre hacia lo que prometía. Quería seguir hablando con la pequeña del tema pero parecía muy cansada y con sueño.
- anda a dormir, mañana hablamos sobre lo del tesoro.
Nana tenía muchas preguntas pero no le iba a exigir tanto a la pequeña, ella no se sentía muy bien viendo llorar a Karen así que mejor hablarían durante el desayuno con lo que más le gustaba.
A la mañana siguiente Karen no fue al bosque como lo había prometido a su nana y en ese momento estaban desayunando y la pequeña tenía muy buen humor.
- ¿sabes de que es el tesoro?- pregunto nana.
Karen paró de comer aún dudaba el hablar.
- confía en mi, no me voy a enojar y tampoco le diré a nadie sobre ese tesoro.
Entre las dos hubo un breve silencio y se miraban atentamente.
- el tesoro tiene muchos dulces.- comenzó a decir la pequeña.
- yo siempre te doy dulces ¿No es suficiente?
- si pero quería acompañar a Vanessa.
Nana se levanto asustada.
- ¿quiénes irán a buscar ese tesoro?
- todos los niños del pueblo.
Nana se culpó por no haberse percatado ese gran detalle, no sólo Karen hubiera estado en peligro ahora sabe que todos los niños los están ahora.
Nana si era muy débil contra las lágrimas de la menor tanto que la distrajo y no pudo pensar bien sobre este asunto, ni siquiera se le ocurrió que más niños irían.Le sonrió a la pequeña, pues Karen ya estaba asustada por como había reaccionado su nana.
- está bien cariño, gracias por decirme la verdad.
La nana quería averiguar si los niños fueron o no pero no lo haría obvio frente a Karen después de que le prometió que no lo diría a nadie.
La chica salió de la casa para ir con los vecinos averiguar por los niños. Pero al parecer no habían ido al bosque, no quería levantar tantas sospechas pues los padres no parecían saber sobre su casi aventura al bosque y en la tarde cuando se reunieron los chicos para jugar ella se tranquilizó.
El pueblo de Hop estaba tan tranquilo como siempre.
¿acaso todos los niños no fueron?
Siendo que son tan inocentes y curiosos.
Pero todo estaba como siempre, aunque algo le decía que estaba olvidando.***************
La imagen no me pertenece pero la coloque como referencia sobre el pueblo y la época."Ring a ring a rose oh" de Frederick Morgan.
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Hop
Mistero / ThrillerSucesos muy macabros han aparecido en el pueblo de nombre Hop, con los asesinatos en serie de los niños que habitan dicho lugar. La entrada del bosque del pueblo está prohibido; una vez que entres jamás regresarás, nadie sabe que realmente sucede si...