Disclaimer: Harry Potter, su mundo y sus personajes le pertenecen a la sabia y fabulosa J. K. Rowling, yo los tomé prestados por un ratito para dejar volar mi imaginación. El contenido de esta historia si es completamente de mi autoría.
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La hierba se hundía bajo sus pies con cada paso que daba, ese día en específico parecía hacer un viento poderoso, así que su único objetivo era llegar al castillo para refugiarse en el gran recibidor después de haber terminado su clase en el invernadero, su rebelde cabellera se agitaba sin control dándole más que nunca el aspecto de una leona, la punta de su nariz y mejillas se encontraban rosadas brindándole una imagen infantil, lo que causaba un extraño contraste con su melena rebelde, pegados a su pecho fuertemente rodeados por ambos brazos se encontraban dos pesados libros, lo que provocó que su carrera se viera un tanto entorpecido debido al peso extra.
Cuando finalmente llegó a su destino se alejó de la gran entrada por la que todavía se colaba el fuerte viento y se recargó en una de las paredes de piedra junto a una estatua que le sirvió de refugio, soltó un largo y exhausto suspiro y después de algunos minutos, una vez recuperada su respiración habitual, emprendió el camino hacia su próximo destino: la biblioteca.
Al llegar se encontró con la silenciosa paz que tanto amaba de ese lugar, tomó asiento en una mesa en el fondo que se encontraba cerca de dos largas estanterías lo que hacía que se le dificultará a otras personas el poder verla, sin embargo ella tenía una vista privilegiada desde su posición, sin dificultad podía ver cuando alguien entraba o salía del lugar y cuando se encontraba cerca o se dirigía hacia su ubicación.
Era precisamente esa razón por la que se había convertido en su mesa favorita pues sin distracciones podría concentrarse de lleno en sus estudios y cuando captaba que alguien se dirigía a ella, si en ese momento le apetecía concentrarse en lo que sea que estuviera haciendo, simplemente se levantaba de su asiento y disimuladamente se dirigía a otro lugar, ciertamente se trataba de una actitud un tanto huraña pero Hermione pensaba que para ponerse al corriente con sus tareas a veces era necesario ser un poco egoísta e incluso solitaria, al menos solo en ese aspecto, por que cuando se trataba de un asunto importante siempre estaba dispuesta a brindar apoyo incondicional a sus amigos.
Abriendo de par en par ambos libros que anteriormente había marcado con separadores en páginas específicas, sacó de su mochila varios pergaminos, un tintero y su pluma, lista para comenzar a tomar notas.
Tenía una hora libre antes de su siguiente período de clases por lo que la biblioteca se encontraba más sola de lo habitual, no había sido muy difícil separarse de Harry y Ron, después de todo el último se había escabullido en cuanto había terminado la clase siendo arrastrado por una melosa Lavender, ambos habían iniciado una relación después del último partido de Quidditch, Hermione no quería pensar mucho en eso así que desde que supo sobre su nueva relación había decidido tomar distancia, se despidió de Harry diciendo que prefería utilizar ese tiempo para adelantar tareas, él por su puesto no veía nada extraño ese comportamiento y prefiriendo hacer cualquier otra cosa que pasar su tiempo libre en la biblioteca, así que estuvieron de acuerdo en verse en su próxima clase.
Lo cierto es que refugiarse en la biblioteca le parecía ciertamente útil para otro propósito además de estudiar, Hermione había optado por apartarse de sus amigos más de lo habitual, ya habían pasado dos semanas desde aquella noche pero todavía no soportaba ver a Lavender y a Ron tan juntos, sobretodo por la manía que habían adquirido ambos de besuquearse por cada rincón del castillo, las primeras veces habían sido sumamente dolorosas para ella, al punto de tener que inventar cualquier excusa para largarse a llorar, pero ahora parecía que sus ojos se habían secado y últimamente lo único que sentía cada vez que les veía juntos era fastidio y aunque le costaba admitir, resentimiento.
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Un Consuelo Inesperado
Romance¿Qué pasaría si Harry no es quien consuela a Hermione aquella ocasión en que vió a Ron besándose con Lavender?, ¿Qué pasaría si el consuelo viene de una inesperada compañía?. Pronto lo que comenzó por una casualidad se convertirá en un contrato del...