Capítulo VI Unite Animarum

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Nota de autora:
¡He vuelto!, últimamente he tenido un montón de cosas en la mente por lo que me he olvidado de actualizar 😅 pero finalmente aquí está un nuevo Cap!!.

Si su curiosidad es muy grande y quieren saber ya cómo continúa recuerden que pueden leer esta misma historia en Fanfiction donde está más adelantada.

Ahora si, Disfruten 😁

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La confusión rápidamente dio pasó a la furia, esa que había sentido cuando fue descubierto por una de las personas que menos deseaba encontrar -¿Ayudarme?, ¿Crees que necesito la ayuda de alguien como tú?, Un Malfoy no necesita ayuda de nadie y mucho menos de una impura- le miró con desprecio -Ahora, lárgate Granger, no lo repetiré de nuevo- Comenzaba a darse la vuelta cuando el sonido del crujir de los espejos rotos en el suelo resonó a sus espaldas, en un solo movimiento regresó a su posición original con la varita apuntando a la otra persona en la habitación.

Hermione había caminado rápido y ahora se encontraba frente a él a solo dos pasos de distancia, la varita apuntaba directamente a su cuello y ella se encontraba desarmada.

Sabía que no sería fácil, desde su primer año en el colegio Malfoy siempre se había comportado como un insoportable bravucón rico y mimado, no aceptaría nunca la ayuda de nadie y mucho menos de ella, pero ahora no había marcha atrás, era una Gryffindor después de todo y no dejaría de lado sus convicciones por ningún obstáculo, aún cuando éstas convicciones no fueran del todo comprensibles ni siquiera para ella en esos momento.

Pensó en sus opciones, el hecho de no poder defenderse era sin duda algo a tomar en cuenta, Malfoy ya la había salvado una vez pero no podía confiar en eso ahora, después de toda una vida de insultos y amenazas sería torpe de su parte creer que no pudiera hacerle algo teniendo la oportunidad, se encontraban en un lugar alejado y en caso de pedir ayuda sabía que ésta no llegaría lo suficiente rápido para evitar un ataque directo así que debía tener bastante cuidado, después de pensar en todo llegó a una conclusión que no le agradó, su mente analítica le dijo con todas sus fuerzas que esa podría ser definitivamente una mala idea pero teniendo en cuenta la situación entendió que tan solo por ese momento lo mejor sería dejarse llevar por su instinto.

-Sé que no me atacarás, si hubieras querido ya lo hubieras hecho desde el momento en que me desarmaste- probó por ese lado.

-¿Estás segura de eso?- en su rostro se formó una sonrisa de lado que debido a su aspecto desaliñado pareció más una mueca.

-Sé bien que atacarme te traería más problemas de los que necesitas-

-Podría atacarte y simplemente huir, nadie sabría que fuí yo-

-Vi a Myrtle antes, todos saben que este es uno de sus baños preferidos y si me encuentran aquí, ella sería la primera a la que le preguntarían, es bastante chismosa después de todo-

-No dirá nada, nunca ha dicho nada desde que vengo aquí- justo al terminar la oración se dió cuenta de su error.

-Entonces ya habías venido aquí antes- miró de nuevo su aspecto, aún le impresionaba pues nunca le había visto de esa manera, se veía tan... triste, a decir verdad no lo había visto mostrar ningún otro sentimiento más que el desdén y el enojo, aunque no es que creyera que pudiera sentir otra cosa, después de todo se trataba de Malfoy. Fue ahí cuando notó la sangre en su mano y lo relaciono con el espejo bajo sus pies. -Sé que debes estar desesperado y a juzgar por tu ropa no debes estar pasándola muy bien- dijo tímidamente.

-¿Y eso a ti que te interesa?- apretó su varita con fuerza y la empujó hacia ella haciendo que comenzará a clavarse en su cuello -Estoy harto de que te metas en mis asuntos, dile a cara rajada que si quiere saber lo que hago venga él mismo, no creí que los de su casa fueran tan cobardes, ahora me doy cuenta de que su virtud es solo palabras-

Un Consuelo InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora