En la duodécima hora del primer día de octubre de 1989, cuarenta y tres mujeres en el mundo dieron a luz. Esto fue muy inusual porque ninguna de estas mujeres estaba embarazada al comenzar el día.
Sir Reginald Hargreeves, multimillonario excéntrico...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
●▬▬▬▬๑۩۩๑▬▬▬▬▬●
Diecisiete años atrás.
- En cinco, cuatro, tres, dos...
- Jim Helleman en vivo para el Canal 2 fuera del banco Capital West en la Main y la 6ta – comenzó a hablar el reportero teniendo como fondo un gran edificio blanco y varios reporteros –. Un grupo de hombres armados irrumpió en el banco hace tres horas y tomó un número desconocido de rehenes.
☂
- ¡Oye! ¡Ponlos detrás del mostrador! – ordenó el atracador apuntando a los rehenes –. Ahora me has puesto en una posición donde debo hacer algo que no quiero hacer – bajó el teléfono molesto – ¡Mierda! Oye. ¡Vuelve con los otros! – clamó el hombre observando a la niña que traía puesto un antifaz.
- Escuché un rumor – comenzó a hablar.
- ¿Qué? ¿Qué dijiste? – preguntó curioso mirando a la morena.
- Escuché el rumor que le disparaste a tu amigo en el pie – musitó antes de que éste le obedeciera. Apuntándole a su compañero.
- Oye... ¿Qué demonios? – habló el segundo atracador confundido, siendo disparado por su colega y causando un gran caos entre los rehenes.
☂
- Hay disparos desde adentro del banco. No se sabe si los rehenes resultaron heridos – prosiguió el reportero.
- ¡Allí arriba!
Los presentes dirigieron la vista a donde habían señalado, quienes asombrados podían ver la silueta de una persona caminando por la orilla del techo del edificio.
- ¡Y hay movimiento en el techo! Posiblemente la policía.
☂
Cristales fueron rotos debido a que un niño rubio había saltado del techo de cristal haciendo que este se rompiera en miles de pedazos. Al llegar al suelo sostuvo por la cabeza al primer atracador que vio, golpeándolo para luego aventarlo fuera del banco.
- ¡Las pistolas son para cobardes! ¡Los hombres lanzan cuchillos! – dijo otro niño lanzando dos cuchillos a otro atracador, apuntándole en el pecho.
Dos jóvenes con antifaces ingresaron a la sala principal del banco; un chico alto y delgado, y una chica de la misma complexión que el primero, a excepción de que los ojos de la joven brillaban de una tonalidad azulada.
- ¡Bruja! – gritó un atracador señalando a la niña de brillantes ojos, quien movía con sus dedos las tres plumas que flotaban en la palma de su mano.
- Bruja es algo ofensivo, ¿sabes? – habló dejando que las tres plumas cayeran al suelo – ¡Prefiero hechicera! – utilizando su telequinesis le lanzó a la cabeza un contador de billetes, haciendo que éste cayera inconsciente al suelo.
