El Otro Hijo

La prueba

— ¡Trunks! ¡El desayuno está servido! ¡Trunks! —gritó la potente voz de Bulma desde la cocina sin obtener respuesta por parte de su hijo. La científica suspiró resignada—. Ha estado así desde que su padre se marchó y la verdad no puedo culparlo, después de todo es mi hijo y se parece a mi por lo menos en eso —dijo para si la preocupada madre.

Hacía ya cinco días cumplidos que Vegeta se había ido con Tarlus en la nave. Al principio Bulma no se había tomado tan apecho ya que confiaba en él, pero conforme los días avanzaron sin rastro de el saiyajin aquel sentimiento de esperanza y de apoyo hacia su esposo se desvaneció para convertirse en lo que experimentaba Trunks: el enojo.

Pero después de pensar con la cabeza fría Bulma supo que ese no era el camino correcto; vivir con enojo dentro de ella en nada ayudaría, lo que necesitaba era su ya característica fuerza y decisión para cuidarse a sí misma, criar a Trunks y mantener a Capsule Corp.

— Conociendo a Vegeta, seguramente algo que lo impresionó lo está reteniendo... —continuó reflexionando—. Ese hombre es un tonto que se deja llevar por sus instintos de pelea gracias a su sangre de Saiyajin.

Los primeros días Bulma lo había estado esperando, reclamaba su presencia en su alcoba, en cualquier lugar de la casa e incluso su trabajo se vio interrumpido gracias la poca concentración que poseía, sin embargo fue al tercer día cuando decidió que las cosas tenían que cambiar:

...

Los rayos del sol que se colaban por las persianas de la habitación la despertaron de sopetón al darle en la cara, pronto Bulma se dio cuenta de que había dormido más de la cuenta.

Se encontraba desperezándose cuando escuchó una respiración a su lado. Al voltear su rostro la imagen que descubrió no pudo ser mas tierna, pues su hijo Trunks dormía a su lado profundamente.

Bulma sonrió automáticamente al verlo, acarició su cabello y lo contempló por un momento. Fue entonces cuando supo lo que tenía que hacer...

— No es posible que yo me encuentre de esta forma, no puedo seguir así. Siempre fui una mujer independiente inclusive cuando te tuve no me importaba que tú padre estuviera presente o no —le susurró a Trunks que dormía aún—, pero creo que estaba tan acostumbrada ya a sentirlo junto a nosotros que me dejé llevar. Trunks, hay muchas posibilidades de que Vegeta regrese y también de que no, pero la vida sigue y nos tenemos tu y yo.

Dicho eso Bulma se levantó de la cama, tomó una ducha rápida y bajó a la cocina para preparar el desayuno. Por la tarde se mantuvo en su laboratorio junto con Trunks a quién estaba enseñando a programar naves. Madre e hijo se dedicaron a trabajar lo que restó del día.

...

Desde aquella vez los dos se mantenían ocupados reparando y programando robots y diseñando nuevos modelos de electrodomésticos y naves. Sin embargo ella se daba cuenta de que a su hijo le costaba trabajo seguir, puesto que tenían coraje arraigado en su interior hacia su padre.

Al no obtener respuesta de Trunks a su llamado para que desayunaran juntos, ella decidió llevarse las porciones de comida a su laboratorio y tomar sus alimentos mientras comenzaba su larga jornada de trabajo.

Poco después del medio día Trunks hizo acto de presencia en el laboratorio para seguir revisando unas capsulas Hoi Poi que habían salido defectuosas; a pesar de sus cortos 13 años, Trunks ya era muy diestro con cuestiones que implicaban reparación ya que Bulma se lo había instruido desde pequeño, aunque también se le resultaba fácil por la herencia genética de su abuelo.

Trunks tomó asiento en su mesa de trabajo, dándole la espalda a su madre sin pronunciar palabra lo cual extrañó un poco a Bulma.

Poco después fue ella quién decidió intentar sacarle plática — Por hoy podrías tomarte un descanso después de todo no hay tanto trabajo... sería buena idea que llamaras a Goten y jugaran un poco —sugirió Bulma al adolescente pero éste no contestó por lo cual ella prosiguió esta vez dejando de lado lo que estaba haciendo—. Trunks ¿qué es lo que te molesta tanto? ¿Por qué estás así?